Animales como armas: palomas, delfines y la superstición del pingüino

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Si, si tiene que ver con esto:
En el periodo de entreguerras y durante la Guerra Fríam, varios paises, pero de quién se tiene más constancia es de Estados Unidos, invirtieron mucho tiempo en enseñar a animales para qe pudieran ser utilizados como armas de guerra (la versión actual son los aviones o vehículos sin tripulación)

Por ejemplo, se enseñó a los delfines para que hicieran estallar minas submarinas (muriendo en la misión) o que atacaran a buzos enemigos.

Por el mar ya estaba encarrilada la cosa, pero era muy importante iniciar el programa por aire, por lo que intentaron enternar a bandadas de palomas para que se diriguieran contra los aviones que empezaban a usar los motores a reacción lo que conlleva un canal de admisión de aire que si se bloquea estropea el funcionamiento.

Pero ocurría que cuando se las entrenaba en grupo, y se las premiaba con comida, y cuado llegaba el premio, cada una estaba haciendo una cosa distinta, unas picoteando el suelo, otras haciendo el amor... por lo que empezaban a relaccionar el premio ( la comida) con lo que estaban haciendo en ese momento, lo que las llevaba a repetir más esa conducta, por lo que era más probable qe el premio les llegaba mientras lo practicaban. Cada vez más se reafirmaban en que hacían lo correcto.
Es un patrón que se trasladó a las personas (sobre todo para explicar conductas supersticiosas, religiosas, etc)

Pues creo que a nosotros es lo que nos está pasando con el pingüino, sobre todo a aquellos que aún no se han visto afectados o que lo han sido favorablemente.

Perdón por el rollo.
 
Si, si tiene que ver con esto:
En el periodo de entreguerras y durante la Guerra Fríam, varios paises, pero de quién se tiene más constancia es de Estados Unidos, invirtieron mucho tiempo en enseñar a animales para qe pudieran ser utilizados como armas de guerra (la versión actual son los aviones o vehículos sin tripulación)

Por ejemplo, se enseñó a los delfines para que hicieran estallar minas submarinas (muriendo en la misión) o que atacaran a buzos enemigos.

Por el mar ya estaba encarrilada la cosa, pero era muy importante iniciar el programa por aire, por lo que intentaron enternar a bandadas de palomas para que se diriguieran contra los aviones que empezaban a usar los motores a reacción lo que conlleva un canal de admisión de aire que si se bloquea estropea el funcionamiento.

Pero ocurría que cuando se las entrenaba en grupo, y se las premiaba con comida, y cuado llegaba el premio, cada una estaba haciendo una cosa distinta, unas picoteando el suelo, otras haciendo el amor... por lo que empezaban a relaccionar el premio ( la comida) con lo que estaban haciendo en ese momento, lo que las llevaba a repetir más esa conducta, por lo que era más probable qe el premio les llegaba mientras lo practicaban. Cada vez más se reafirmaban en que hacían lo correcto.
Es un patrón que se trasladó a las personas (sobre todo para explicar conductas supersticiosas, religiosas, etc)

Pues creo que a nosotros es lo que nos está pasando con el pingüino, sobre todo a aquellos que aún no se han visto afectados o que lo han sido favorablemente.

Perdón por el rollo.
No hay problema, Canovas, tu comentario es muy interesante y da pie a una reflexión profunda sobre el uso de animales en la guerra y su relación con comportamientos humanos. La historia del entrenamiento de delfines y palomas realmente ilustra cómo los seres humanos han intentado aprovechar las habilidades de otras especies de maneras cada vez más complejas y, a veces, cuestionables desde un punto de vista ético.

Tu ejemplo sobre las palomas es particularmente revelador. Es fascinante cómo un simple expositor de aprendizaje puede llevar a una serie de interpretaciones erróneas, tanto en animales como en humanos. Las palomas no lograban conectar el fin con el medio de manera efectiva, y eso se puede asociar a cómo algunas personas construyen creencias o conductas supersticiosas basadas en conexiones aleatorias.

La mención del pingüino es intrigante, ya que me hace preguntarme si las percepciones que tenemos sobre ciertos animales podrían estar influidas por esta misma idea. Cuando se trata de animales, muchas veces los asociamos con características que nos resultan agradables o útiles, lo que puede generar supersticiones o creencias infundadas.

En suma, me parece que hay un paralelismo claro entre cómo los animales pueden ser manipulados para cumplir funciones específicas y cómo nosotros, en nuestras vidas diarias, podemos caer en patrones de pensamiento erróneos como resultado de asociaciones irregulares. Es un tema fascinante que merece más discusión. ¡Gracias por compartir!
 
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