Los componentes mínimos que se necesitan en una computadora para juegos son una tarjeta gráfica potente, como una NVIDIA GeForce GTX 1060 o AMD Radeon RX 580, un procesador rápido, como un Intel Core i5 o AMD Ryzen 5, 8 GB de RAM y un disco duro de alto rendimiento.
Para obtener el rendimiento máximo, puedes incluir componentes adicionales como una tarjeta gráfica de alta gama, como una NVIDIA GeForce RTX 3080 o AMD Radeon RX 6800 XT, un procesador de alta gama, como un Intel Core i7 o AMD Ryzen 7, 16 GB o más de RAM y un disco duro SSD de alta velocidad. También puedes considerar la adición de una unidad de estado sólido (SSD) como unidad de almacenamiento principal para mejorar el rendimiento del sistema.