Si, en grado sumo, interesa el tema te recomiendo el siguiente artículo, a modo de introducción.
El procesamiento del lenguaje natural (PLN) intenta emular los diferentes idiomas humanos, a través de varias técnicas de inteligencia artificial. Por «lenguaje natural» entendemos aquel que usas a diario para la comunicación cotidiana: el inglés, el español, el portugués… A diferencia de los...
Lejos de todo testimonio agorero, finisecular, sombrío y apocalíptico sobre el futuro de la redacción (y comprensión de textos) y pese a los planteamientos, verdaderamente alucinantes, dentro del PLN, te dejo, para que reflexiones al respecto, una serie de notas que, como redactora, quizá ya sepas.
A) El lenguaje es el resultado de una evolución. ¿Los nuevos programas de redacción podrán evolucionar lingüísticamente?
B) Redactar es comprender. ¿Podrá interpretar y redactar un programa recursos como la ironía, un chiste, poesía, metáforas o neologísmos?
C) ¿Tiene capacidad un programa para ordenar, iterar y dar sentido un conjunto textual? Ello implica dotar de coherencia, no solo una oración, sino también un párrafo, un conjunto de ellos y, en postrer lugar, un texto completo.
D) ¿Y los giros semánticos del lenguaje? ¿Y las antigüedades? ¿Y los dobles sentidos?
Si te das cuenta, la problemática planteada no tiene nada que ver con lo sistemático del lenguaje (sintaxis, morfología), si no, más bien, con rasgos subjetivos del lenguaje y la comunicación, con el sentimiento mismo y cuestiones pragmáticas (o de contexto) de la comunicación.
Para la inteligencia artificial es esto, precisamente, lo más complicado de este tema: la subjetividad del lenguaje, la capacidad del ser humano, por ejemplo, de poder detectar ironía, ambigüedad o dobles sentidos, por ejemplo.
A modo de conclusión: creo que aún tienes muchos años para seguir cultivándote como redactora y creciendo en lo que se refiere a tus competencias de comunicación.
Rodéate de libros, de gramáticas, de diccionarios y convierte tu oficio en una pasión. La palabra es un espejo donde nos miran y donde somos reflejados.