G
GabrielArcangel
Curioso
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Buenas!! 😎😎 este es mi primer post y trata sobre una historia que comencé anoche. Me gusta mucho escribir, es como liberar muchas cosas guardadas con un poco de imaginación y se las quiero compartir. Si les gustan las historias espero y la lean y me den su opinión :distant::fatigue:
Las noches en esta ciudad siempre vestían de un velo blanco transparente, como si ocultara un misterio detrás del frío y donde todos los que hacen o… Hacían vida en esta ciudad se volvían poetas y personas místicas, la neblina que arropa a esta ciudad puede volverte romántico en tan solo dos ventisca que te entumezcan los cachetes.
Wildo, un joven de cabello color naranja, ojos negros como un insecto y pecas en el rostro, vestía una franela manga larga que decía "rock it" y un pantalón bluejean con unos feos zapatos rotos. Adulto joven de 22 años de edad, contextura delgada y voz chillóna. Jamas había sentido lo que era el amor, su madre murió cuando nació y su padre, siendo menor que el, decidió pintar un bosque y perderse, dejando a este joven a la merced de un pueblo que nadie quería adoptar. Creció siendo rechazado e ignorado por las personas, sin entender por que los demás niños huían de el y las personas mayores se alejaban o aferraban sus pertenecías al verlo pasar.
Tras muchas noches frías vestidas del velo blanco transparentes que te entumecen los cachetes, tras muchas noches empapado de odio y rencor al no entender por que el merecía esa vida. Comenzó a someterse al bajo mundo de las drogas y el hurto para poder comer. Con su instinto natural de robar y con la poca ayuda de personas que sentían lastima por el, fue vistiendo y creciendo. Un joven que jamas había sentido el amor, un ser que solo recibía rechazo de personas que no conocía, un joven que al sentirse desesperado y atado a tantas preguntas sin poder responder y sin poder desahogar, decidió cometer un impulso agresivo que lo haría drenar su odio y rencor hacia la vida.
Wildo lo había pensado antes, pero no se atrevía.
Wildo conocía a alguien que podía prestarle una nueva herramienta de trabajo.
Wildo no veía mas alternativa.
Wildo no recibía mas nada que insultos y rechazos por su andrajosa apariencia.
Wildo tenia hambre, quería drogas.
Un 26 de septiembre del 2006, Wildo se despertó a las 8 am en su caja de cartón, vestía una franela manga larga que decía "rock it" y un pantalón bluejean con unos feos zapatos rotos. Como cualquier joven que despierta por la bulla de la vida y el trajín de la humanidad, se quedo viendo una bolsa de pan que alguien tiro cerca de el, la observo como si intentara buscar un vacío y tras un largo rato se percató que aun había un pedazo de pan roído por alguna persona con delirios de ratón.
Tomo la bolsa rápidamente mirando hacia todos lados y con un gesto burlón pensó "Me trajeron el desayuno a la cama". Lentamente se levanto del piso, tomo su caja la cual procedió a doblar y guardar bajo su brazo como si estuviera listo para empezar el día.. Primero debía orinar.
Wildo camino hasta un arbusto lejos de muchas personas.
Wildo empezó a orinar.
Wildo vio a su derecha una hermosa mujer de aproximada mente 25 años.
Wildo tenia hambre, quería drogas.
Se fijo que esta chica estaba sola, vestía una llamativa falda corta color verde, tenia un bolso pequeño de mano y cuadernos, al pasar cerca de nuestro amigo recién levantado, sacó su teléfono celular el cual utilizo para contestar una llamada.
Wildo observo detalladamente las hermosas blancas piernas de la joven mientras se alejaba con cortos y apresurados pasos, se fijo en su trasero doblando la cabeza a la izquierda haciendo un gesto de dolor tirando a placer y levanto su mirada al celular de la joven. Sacudió a su amiguito al cual guardo por cortesía y camino sigilosamente de la forma mas rápida y discretamente hacia la joven quien ni cuenta se dio pero que presentía que algo iba a pasar.
Segundos mas tarde Wildo toco su hombro derecho para distraerla, al ella voltear tomo su teléfono celular y comenzó a correr.
ME ROBAN, ME ROBAN, AUXILIO POR FAVOR, ME ROBAN -Grito la joven-
Fuertes pisadas se escuchaban alejarse de los gritos. AJAJAJA -Carcajeó el muchacho-
Fuertes pisadas se escuchaban acercándose a los gritos. QUIETO, ALTO -Se escucho otra voz-
Wildo corría desesperadamente mirando una y otra vez hacia atrás, tirando zancadas y esquivando piedras, miraba de nuevo verificando si su escape tenia éxito. Con un mal dormir y sin un buen desayuno, su energía se fue agotando poco a poco hasta que logro saltar un risco cubierto de grama alta y cayo agotado sobre la suave tierra.
Wildo tenia hambre, ya no quería drogas.
Tras un leve momento de descanso escucho unos rápidos pies bajar por el mismo lugar donde el cayó, rápidamente se levantó, saco su nueva herramienta de trabajo y apunto hacia el.
Calma! - jadeo- esto lo podemos hablar, te puedo ayudar, solo dame el teléfono.
¿Darte el teléfono? -jadeo Wildo- He corrido con la suerte de quitarlo sin forcejear, es mi primer logro y robarte a ti sera el segundo. -Dijo en tono burlón y agresivo-
No tenemos que llegar a esto, puedo ayudarte con algo de diner…
Se escucho un fuerte estruendo en seco … el corredor empezó a caer repentinamente hacia atrás... Una mirada perdida, seguida de unas temblorosas manos y un jadeo constante hizo que Wildo disparara el arma.
Parte II
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? !BANGBANGBANG!
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? !BANGBANGBANG!
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
Su cabeza daba vueltas, sus palabras no coordinaban, solo repetía una frase «¿¡QUE HICE!?»… en su mente aun quedaba el eco de su error cometido sonando como un disparo ¡BANG!… Miro sus manos temblorosas, miro el cuerpo ensangrentado y sin vida doblado en el suelo, sintió como su estomago se retorcía y la adrenalina dejaba su cuerpo con una estela de sudor frío. No supo que hacer, Wildo tenia miedo, todo a su alrededor se nubló y ya no distinguía los sonidos de la realidad con los ecos de su disparo. Estupefacto y perdido en el miedo, logro escuchar a lo lejos de su posición un fuerte grito femenino, como si de vida se tratara, volvió de nuevo a su cuerpo.
Miro desesperadamente a la dueña del grito, guardo su herramienta de trabajo y tras una ultima mirada de despedida, fijo la vista en su víctima ensangrentada, despidiéndose mientras corría rápidamente hacia donde el nunca sabría donde iba a llegar dejando atrás una serie de eventos desafortunados que el nunca en su vida olvidara.
Eran las 9:30 de la noche de ese mismo día, hacia de nuevo frío y sentía que sus cachetes se entumecían. Wildo miraba pérfidamente el teléfono que el había robado y pensaba con la mirada perdida en todo lo que había hecho en tan solo una mañana. No tenia a nadie a quien acudir ni nadie que lo escuchara, vio pasar a una pareja caminar en medio de la soledad. Respiro profundamente tratando de ignorar lo que pasó, acomodo su herramienta de trabajo y de la misma manera se les acercó.
Wildo tenia hambre, quería drogas.
Fin.
Las noches en esta ciudad siempre vestían de un velo blanco transparente, como si ocultara un misterio detrás del frío y donde todos los que hacen o… Hacían vida en esta ciudad se volvían poetas y personas místicas, la neblina que arropa a esta ciudad puede volverte romántico en tan solo dos ventisca que te entumezcan los cachetes.
Wildo, un joven de cabello color naranja, ojos negros como un insecto y pecas en el rostro, vestía una franela manga larga que decía "rock it" y un pantalón bluejean con unos feos zapatos rotos. Adulto joven de 22 años de edad, contextura delgada y voz chillóna. Jamas había sentido lo que era el amor, su madre murió cuando nació y su padre, siendo menor que el, decidió pintar un bosque y perderse, dejando a este joven a la merced de un pueblo que nadie quería adoptar. Creció siendo rechazado e ignorado por las personas, sin entender por que los demás niños huían de el y las personas mayores se alejaban o aferraban sus pertenecías al verlo pasar.
Tras muchas noches frías vestidas del velo blanco transparentes que te entumecen los cachetes, tras muchas noches empapado de odio y rencor al no entender por que el merecía esa vida. Comenzó a someterse al bajo mundo de las drogas y el hurto para poder comer. Con su instinto natural de robar y con la poca ayuda de personas que sentían lastima por el, fue vistiendo y creciendo. Un joven que jamas había sentido el amor, un ser que solo recibía rechazo de personas que no conocía, un joven que al sentirse desesperado y atado a tantas preguntas sin poder responder y sin poder desahogar, decidió cometer un impulso agresivo que lo haría drenar su odio y rencor hacia la vida.
Wildo lo había pensado antes, pero no se atrevía.
Wildo conocía a alguien que podía prestarle una nueva herramienta de trabajo.
Wildo no veía mas alternativa.
Wildo no recibía mas nada que insultos y rechazos por su andrajosa apariencia.
Wildo tenia hambre, quería drogas.
Un 26 de septiembre del 2006, Wildo se despertó a las 8 am en su caja de cartón, vestía una franela manga larga que decía "rock it" y un pantalón bluejean con unos feos zapatos rotos. Como cualquier joven que despierta por la bulla de la vida y el trajín de la humanidad, se quedo viendo una bolsa de pan que alguien tiro cerca de el, la observo como si intentara buscar un vacío y tras un largo rato se percató que aun había un pedazo de pan roído por alguna persona con delirios de ratón.
Tomo la bolsa rápidamente mirando hacia todos lados y con un gesto burlón pensó "Me trajeron el desayuno a la cama". Lentamente se levanto del piso, tomo su caja la cual procedió a doblar y guardar bajo su brazo como si estuviera listo para empezar el día.. Primero debía orinar.
Wildo camino hasta un arbusto lejos de muchas personas.
Wildo empezó a orinar.
Wildo vio a su derecha una hermosa mujer de aproximada mente 25 años.
Wildo tenia hambre, quería drogas.
Se fijo que esta chica estaba sola, vestía una llamativa falda corta color verde, tenia un bolso pequeño de mano y cuadernos, al pasar cerca de nuestro amigo recién levantado, sacó su teléfono celular el cual utilizo para contestar una llamada.
Wildo observo detalladamente las hermosas blancas piernas de la joven mientras se alejaba con cortos y apresurados pasos, se fijo en su trasero doblando la cabeza a la izquierda haciendo un gesto de dolor tirando a placer y levanto su mirada al celular de la joven. Sacudió a su amiguito al cual guardo por cortesía y camino sigilosamente de la forma mas rápida y discretamente hacia la joven quien ni cuenta se dio pero que presentía que algo iba a pasar.
Segundos mas tarde Wildo toco su hombro derecho para distraerla, al ella voltear tomo su teléfono celular y comenzó a correr.
ME ROBAN, ME ROBAN, AUXILIO POR FAVOR, ME ROBAN -Grito la joven-
Fuertes pisadas se escuchaban alejarse de los gritos. AJAJAJA -Carcajeó el muchacho-
Fuertes pisadas se escuchaban acercándose a los gritos. QUIETO, ALTO -Se escucho otra voz-
Wildo corría desesperadamente mirando una y otra vez hacia atrás, tirando zancadas y esquivando piedras, miraba de nuevo verificando si su escape tenia éxito. Con un mal dormir y sin un buen desayuno, su energía se fue agotando poco a poco hasta que logro saltar un risco cubierto de grama alta y cayo agotado sobre la suave tierra.
Wildo tenia hambre, ya no quería drogas.
Tras un leve momento de descanso escucho unos rápidos pies bajar por el mismo lugar donde el cayó, rápidamente se levantó, saco su nueva herramienta de trabajo y apunto hacia el.
Calma! - jadeo- esto lo podemos hablar, te puedo ayudar, solo dame el teléfono.
¿Darte el teléfono? -jadeo Wildo- He corrido con la suerte de quitarlo sin forcejear, es mi primer logro y robarte a ti sera el segundo. -Dijo en tono burlón y agresivo-
No tenemos que llegar a esto, puedo ayudarte con algo de diner…
Se escucho un fuerte estruendo en seco … el corredor empezó a caer repentinamente hacia atrás... Una mirada perdida, seguida de unas temblorosas manos y un jadeo constante hizo que Wildo disparara el arma.
Parte II
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? !BANGBANGBANG!
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!? !BANGBANGBANG!
¿¡QUE HICE!? ¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
¿¡QUE HICE!?
Su cabeza daba vueltas, sus palabras no coordinaban, solo repetía una frase «¿¡QUE HICE!?»… en su mente aun quedaba el eco de su error cometido sonando como un disparo ¡BANG!… Miro sus manos temblorosas, miro el cuerpo ensangrentado y sin vida doblado en el suelo, sintió como su estomago se retorcía y la adrenalina dejaba su cuerpo con una estela de sudor frío. No supo que hacer, Wildo tenia miedo, todo a su alrededor se nubló y ya no distinguía los sonidos de la realidad con los ecos de su disparo. Estupefacto y perdido en el miedo, logro escuchar a lo lejos de su posición un fuerte grito femenino, como si de vida se tratara, volvió de nuevo a su cuerpo.
Miro desesperadamente a la dueña del grito, guardo su herramienta de trabajo y tras una ultima mirada de despedida, fijo la vista en su víctima ensangrentada, despidiéndose mientras corría rápidamente hacia donde el nunca sabría donde iba a llegar dejando atrás una serie de eventos desafortunados que el nunca en su vida olvidara.
Eran las 9:30 de la noche de ese mismo día, hacia de nuevo frío y sentía que sus cachetes se entumecían. Wildo miraba pérfidamente el teléfono que el había robado y pensaba con la mirada perdida en todo lo que había hecho en tan solo una mañana. No tenia a nadie a quien acudir ni nadie que lo escuchara, vio pasar a una pareja caminar en medio de la soledad. Respiro profundamente tratando de ignorar lo que pasó, acomodo su herramienta de trabajo y de la misma manera se les acercó.
Wildo tenia hambre, quería drogas.
Fin.
