La respuesta a esa pregunta depende de varios factores, incluyendo la calidad del agua en cada fuente y el tratamiento al que se haya sometido.
En general, el agua de lluvia no se considera segura para beber directamente, ya que puede contener contaminantes atmosféricos y microorganismos que pueden causar enfermedades si no se trata adecuadamente. Sin embargo, si se recolecta y se trata correctamente, el agua de lluvia puede ser una fuente viable para consumo humano.
Por otro lado, el agua de río también puede contener contaminantes, como bacterias, virus, metales pesados y productos químicos, dependiendo de la ubicación y de las actividades humanas cercanas al río. Sin embargo, muchos sistemas de suministro de agua tratan el agua de río para eliminar estos contaminantes y hacerla segura para beber.
En resumen, si tienes que elegir entre beber agua de río o agua de lluvia directamente sin ningún tratamiento previo, el agua de río tratada es probablemente la opción más segura. Pero en cualquier caso, es importante que el agua esté debidamente tratada y cumpla con los estándares de calidad antes de ser consumida para evitar riesgos para la salud.