Hoy es un día triste para el deporte de élite nacional y para España misma.
El que ayer fuere gran jugador y baluarte de la gloriosa Selección Española de Futbol, hoy se retira.
Atrás queda una enardecida defensa de España y sus valores, al través de su juego y su magistral pundonor en el campo de juego, atrás quedan los días de gloria nacional quevfraguó con sus botas y su sacrificio en lid de la bella España.
Atrás, muy atrás y quizá en el olvido ya, quedaron sus declaraciones en contra de la España que representó y por la que se enriqueció.
Muy atrás, también, en el tiempo y la memoria quedaron los negocios nada claros y un tanto reprobables que el gran Piqué realizó con la Federación Española de Fútbol y cómo la justicia española se negó a investigar.
Excelso paladín del deporte, el gran Piqué, tan catalanista y tan poco español ahora, en tanto que reniegas del país, nación y cultura que te dio fama, riqueza e impunidad (recuérdese lo del 3%), ahora abandonas el deporte, casi a la vez que abandonas a la bella colombiana (por otra catalana 15 años más joven), Oh Piqué, crisol de contradicciones y perfecta metáfora de la España decadente que nos ha tocado vivir...
Te vas y quizá, tan solo digo quizá, el mundo sea un poco mejor.