Hay dos tipos de seguidores en Facebook y en Twitter: los de calidad y los que no les interesa nada nuestra temática.
¿Y dónde hay más personas, en Facebook o en Twitter? En Facebook. Una página de Facebook se puede llenar muy rápidamente dependiendo de la temática, pero un porcentaje más elevado pasará de nuestra información. Recordad que en Facebook se husmea todo, y tendimos a perdernos en el entretenimiento.
En cambio en Twitter ya no hurgamos tanto en las personas, sino que vamos en busca de información. Es el maravilloso mundo de las ideas entreligadas a las personas, a las tendencias, a la contextualización social y a las políticas actuales, etc. Por lo tanto, los que nos siguen en Twitter lo hacen porqué realmente les interesamos por lo que decimos (la información) no por lo que somos (branding) -que también se da el caso, obviamente-.
¿Qué hace el Social Media Manager? Interactuar con sus seguidores, dando información útil, poniendo a sus seguidores al día de los nuevos eventos de la marca que vende, del blog o de lo que sea. ¿Ganará más seguidores con eso? Si lo hace bien, sí. Pero ese no es el objetivo del Social Media Manager, para eso ya tenemos el SEO, el SEM/PPC... La tarea profesional del SMM está entre un comercial, un publicista y un periodista. Y sabe un poco de cada cosa.
Luego hay casos excepcionales, que tienen muchos seguidores en un lugar u otro y ya no basan su tráfico en posicionamiento en buscadores, sino con la interacción. Hay otros casos que no les interesa crear éste diálogo social porqué ya tienen suficiente tráfico y no quieren (o no pueden) estar en varias redes sociales.
Todo va en relación al presupuesto, objetivos, predisposiciones y directrices de empresa, tanto de estrategia de branding como de ganancias.