Lo que está sucediendo es el resultado de lo que han hecho mal algunos usuarios, y también una serie de medidas poco prolijas por parte de Facebook para cuidar su negocio. Los multicuentas (multifake), los spameros, los clickbait-dependientes, los traficantes de páginas, los truhano-traficantes, es decir, los que venden métodos y scripts para sacarle plata a los anunciantes en Fb, y otras hierbas, han terminado por defecar el negocio, tanto para Facebook, como para los generadores de contenido de verdad, a saber, los que trabajamos en serio y nos ganamos el pan con el limpio sudor de nuestras frentes. En esta desgracia, por supuesto que el dueño del negocio pierde muchísimo menos.
Todo en este mundo es cuestión de usar el cerebro, esto nos ha llevado a la preservación individual, colectiva y la de todos los medios indispensables para la vida que nos rodean. Los imbéciles, esos que depredan los peces sin respetar las vedas de caza; los idiotas que deforestan bosques como un cáncer, porque piensan en sus miserables estómagos más que en el futuro; los atarantados que montan sus dragas donde les apunta el culo y que vierten el relave en los ríos de donde se abastecen los pueblos más abajo... toda esa clase de lumpen, también ha encontrado un lugar en Facebook. Y que se ofendan, a ver si ahora encuentran que lloriquear como nenas en el foro es su nueva manifestación de pitecantropus cojudus.
Yo conservo la esperanza de que esto se resolverá, porque no puedo concebir que la inteligencia ceda ante la idiotez, pero como diría el entrañable Facundo Cabral:
“Mi abuelo era un hombre muy valiente,
sólo le tenía miedo a los idiotas.
Le pregunté ¿por qué?,
y me respondió:
porque son muchos,
y al ser mayoría eligen
hasta al presidente”.