Quien soy. (yo solo me desahogo)

  • Autor Autor Alpe
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
Alpe

Alpe

Gamma
Verificado por Whatsapp
¡Usuario con pocos negocios! ¡Utiliza siempre saldo de Forobeta!
Tengo 45 años de edad, soy una mujer de contextura gruesa, con grandes piernas, lo que llamaríamos gorda, pero solo porque no me ajusto a los estándares de la belleza impuesta por la sociedad.

Vivo solamente con mis dos hijos, en un pintoresco pueblo cuyas características son muy similares a las de “Macondo” en “Cien años de soledad”… vivo sola, sin marido, soy la oveja negra de la familia, pero vengo de un corral de ovejas manchadas, mi familia en general da la mejor lana, la más cotizada, pero estamos perdiendo tiempo criticando el color de lana del otro para notar lo poderosamente esplendidos que somos.

Por azares del destino llegue a este entorno geográfico, árido, caluroso y con núcleos familiares con muchas diferencias culturales de las mías, vengo de una ciudad de rápido andar, calles llenas de gente, una vida mucho más rápida, acá… el tiempo da la apariencia de estar detenido, no hay grandes avances, solo que uno los fomente y los impulse, pero hasta eso cansa…

Nacer, crecer y reproducirse parece ser la premisa, y lo que ocurre entre cada eslabón de lo que consideran vida es banal o trivial, nada espectacular, picados con la misma tijera, logra que una persona como yo, mujer, soltera… sea presa fácil de comentario por estar fuera del patrón de conducta de lo que ellos consideran correcto ya acertado.

Acá soy un bicho raro que despierto comentarios, mientras que en la ciudad con su agitada vida, sus distintos paisajes y situaciones, me obligan a competir, debo ser la mejor vestida, la más bonina, mi peso no se adapta, debo estar a la moda, ir y venir de una manera rápida, en la ciudad yo soy una persona estándar alguien más del monto, nada nuevo nada del otro mundo.

La ventaja, si existe alguna es que puedo ser una dualidad dentro de un mismo cuerpo… allá y aquí, estar sin estar, mirar por mirar, son dos planos y comprendo el juego de roles de la sociedad y sus reglas cambiantes, mi inteligencia me permite adaptarme a ello sí que sus funestos señalamientos acaben con mi golpeada autoestima y destruyan mi ego lleno de soberbia.

Decidí hace ya mucho tiempo vivir acá, por una sensación de lejanía del caos, esos atormentadores conflictos sin frutos productivos que se dan en la ciudad no me alimentan, me frustran y me llenan de insufribles pensamientos de fracaso.

Viajo entre mis dos realidades, la ciudad me mantiene atada por ese vínculo de realidad y sentido, debo ir de manera constante, pero no con tanta frecuencia, pero cuando su caos y insufrible negación plagan mis vidas con sus frutos de negatividad que no alimenta mi alma, renuncio a esa lógica y regreso a la tranquilidad de donde nunca pasa nada.

A esta sociedad dormida, lenta y desmotivada, en el aire los chismes y el cotorreo viajan con las fuertes brisas de ser una zona de llano plana, para ello levante unas murallas, no todos tienen la posibilidad de mirar hacia adentro, pero cuando la brisa sopla fuerte y me trae los chismes del viento entre las hendijas de las paredes se cuela poco, se cuela nada, al punto que yo, casi ni los entiendo.

No me intereso por la vida de nadie, poco me preocupo si los religiosos vecinos, ubicados en la parte de atrás de mi casa, que por azares de la vida, se empeña en hacerme aprender sin justicia las lecciones de su religión, le oran a un dios que no es el mío y le piden por mas enfermos para que el cabeza de familia, su padre, quien ejerce la medicina natural los pueda sanar.

Debo escucharlos todos los días, cuando con sus trajes de hipocresía, mantiene una iglesia, justo al lado de mi pared, donde alaban y rinde honores a su dios de día, muy temprano en la mañana, interrumpiendo mi placido sueño o mis constantes pesadillas al grito de “te alabare señor” pero en las tardes, amparados por la oscuridad de la casi noche, conversan temas sexuales, descriptivos y por mucho provocativos, donde me recuerdan que soy vieja, gorda y que mi cama está sola… y no es que me interesa, pero es imposible no escucharlos.

A un lateral de mi casa esta una viejita con 6 bisnietos pequeños que ayuda torpemente a criar, su nieta, hija de su hijo, es la progenitora, gritos, mucho maltrato físico y verbal llevan los niños cuando su madre esta presente, una cadena que no se rompe, esa madre fue severamente maltratada, por una madre que no la amo, abandonada a la suerte de la crianza de una abuela con decadentes problemas, quizás mayores, pero con la convicción de criarla, de brindarle el techo y la cama, como si eso lo fuese todo.

Seis niños hermanos de madre, con padres distintos o desconocidos, 5 niñas y uno solo varón, deben ser amigos y enemigos todos dentro de un espacio reducido que entienden es el hogar… los escucho, y quisiera no hacerlo, escucho cuando se maldicen la existencia unos a otros, cuando pelean por la escasa comida que no les permite repetir si quedan con hambre o compartir un poco de su plato porque no saben si comerán mañana.

Desde la ventana de mi habitación, la cual da directamente hacia su casa y nos separan lo que me gustaría describir como plantas ornamentales, pero la realidad es que son solo monte, veo a las niñas más pequeñas jugar. Escucho con atención su dinámica, maltratando a sus muñecas y amenazándolas con dejarlas sin comer si siguen llorando.

El cuerpo decadente, encorvado flaco y misterioso de la bisabuela pasa eventualmente como vigilante de sus comportamientos y de vez en cuando una voz chillona y poco agradable a mis oídos las regaña y las corrige ante cualquier mal comportamiento, con el uso de palabras poco motivadoras y para nada correctivas, marcando su infancia con la idea de que no servirán para nada.

Frente a mis murallas esta un hombre inteligente, caballeroso lleno de vitalidad pero derrotado ante la vida por esos azares del destino, ha quedado impedido de caminar físicamente, de su cintura para abajo no siente, no se mueve y no hay ningún tipo de acción.

Sus manos brazos y cabeza se mueven, habla, conversa y muestra su inteligencia, pero ya se entregó a la incapacidad, conversar con él me llena de frustración porque pienso que son muchas las cosas que pudiera aun así en ese impedimento hacer.

Pero es increíble como no lo intenta, su aseo personal y su alimentación dependen exclusivamente de terceros, el solo se limita a existir… y eso me llena de una ira porque después de ese trágico accidente por algo quedo vivo, y seguramente se ira de este mundo sin descubrirlo aún, sin saberlo o cuando descubra su potencial ya será tarde.

Estas murallas que construí apenas me permiten ver y saber lo que a mi alrededor pasa, dejando que entre las aberturas de la pared se cuele la información… solo la relevante, lo que no me interesa no lo escucho no lo comprendo no lo analizo ni me lo quedo. Pero mi reflexión me lleva a pensar que en cada oportunidad yo he sido igual a ellos.

Quien soy?
 
En que ciudad vives?
 
2493762
 
que poeta...
 
Tengo 45 años de edad, soy una mujer de contextura gruesa, con grandes piernas, lo que llamaríamos gorda, pero solo porque no me ajusto a los estándares de la belleza impuesta por la sociedad.

Vivo solamente con mis dos hijos, en un pintoresco pueblo cuyas características son muy similares a las de “Macondo” en “Cien años de soledad”… vivo sola, sin marido, soy la oveja negra de la familia, pero vengo de un corral de ovejas manchadas, mi familia en general da la mejor lana, la más cotizada, pero estamos perdiendo tiempo criticando el color de lana del otro para notar lo poderosamente esplendidos que somos.

Por azares del destino llegue a este entorno geográfico, árido, caluroso y con núcleos familiares con muchas diferencias culturales de las mías, vengo de una ciudad de rápido andar, calles llenas de gente, una vida mucho más rápida, acá… el tiempo da la apariencia de estar detenido, no hay grandes avances, solo que uno los fomente y los impulse, pero hasta eso cansa…

Nacer, crecer y reproducirse parece ser la premisa, y lo que ocurre entre cada eslabón de lo que consideran vida es banal o trivial, nada espectacular, picados con la misma tijera, logra que una persona como yo, mujer, soltera… sea presa fácil de comentario por estar fuera del patrón de conducta de lo que ellos consideran correcto ya acertado.

Acá soy un bicho raro que despierto comentarios, mientras que en la ciudad con su agitada vida, sus distintos paisajes y situaciones, me obligan a competir, debo ser la mejor vestida, la más bonina, mi peso no se adapta, debo estar a la moda, ir y venir de una manera rápida, en la ciudad yo soy una persona estándar alguien más del monto, nada nuevo nada del otro mundo.

La ventaja, si existe alguna es que puedo ser una dualidad dentro de un mismo cuerpo… allá y aquí, estar sin estar, mirar por mirar, son dos planos y comprendo el juego de roles de la sociedad y sus reglas cambiantes, mi inteligencia me permite adaptarme a ello sí que sus funestos señalamientos acaben con mi golpeada autoestima y destruyan mi ego lleno de soberbia.

Decidí hace ya mucho tiempo vivir acá, por una sensación de lejanía del caos, esos atormentadores conflictos sin frutos productivos que se dan en la ciudad no me alimentan, me frustran y me llenan de insufribles pensamientos de fracaso.

Viajo entre mis dos realidades, la ciudad me mantiene atada por ese vínculo de realidad y sentido, debo ir de manera constante, pero no con tanta frecuencia, pero cuando su caos y insufrible negación plagan mis vidas con sus frutos de negatividad que no alimenta mi alma, renuncio a esa lógica y regreso a la tranquilidad de donde nunca pasa nada.

A esta sociedad dormida, lenta y desmotivada, en el aire los chismes y el cotorreo viajan con las fuertes brisas de ser una zona de llano plana, para ello levante unas murallas, no todos tienen la posibilidad de mirar hacia adentro, pero cuando la brisa sopla fuerte y me trae los chismes del viento entre las hendijas de las paredes se cuela poco, se cuela nada, al punto que yo, casi ni los entiendo.

No me intereso por la vida de nadie, poco me preocupo si los religiosos vecinos, ubicados en la parte de atrás de mi casa, que por azares de la vida, se empeña en hacerme aprender sin justicia las lecciones de su religión, le oran a un dios que no es el mío y le piden por mas enfermos para que el cabeza de familia, su padre, quien ejerce la medicina natural los pueda sanar.

Debo escucharlos todos los días, cuando con sus trajes de hipocresía, mantiene una iglesia, justo al lado de mi pared, donde alaban y rinde honores a su dios de día, muy temprano en la mañana, interrumpiendo mi placido sueño o mis constantes pesadillas al grito de “te alabare señor” pero en las tardes, amparados por la oscuridad de la casi noche, conversan temas sexuales, descriptivos y por mucho provocativos, donde me recuerdan que soy vieja, gorda y que mi cama está sola… y no es que me interesa, pero es imposible no escucharlos.

A un lateral de mi casa esta una viejita con 6 bisnietos pequeños que ayuda torpemente a criar, su nieta, hija de su hijo, es la progenitora, gritos, mucho maltrato físico y verbal llevan los niños cuando su madre esta presente, una cadena que no se rompe, esa madre fue severamente maltratada, por una madre que no la amo, abandonada a la suerte de la crianza de una abuela con decadentes problemas, quizás mayores, pero con la convicción de criarla, de brindarle el techo y la cama, como si eso lo fuese todo.

Seis niños hermanos de madre, con padres distintos o desconocidos, 5 niñas y uno solo varón, deben ser amigos y enemigos todos dentro de un espacio reducido que entienden es el hogar… los escucho, y quisiera no hacerlo, escucho cuando se maldicen la existencia unos a otros, cuando pelean por la escasa comida que no les permite repetir si quedan con hambre o compartir un poco de su plato porque no saben si comerán mañana.

Desde la ventana de mi habitación, la cual da directamente hacia su casa y nos separan lo que me gustaría describir como plantas ornamentales, pero la realidad es que son solo monte, veo a las niñas más pequeñas jugar. Escucho con atención su dinámica, maltratando a sus muñecas y amenazándolas con dejarlas sin comer si siguen llorando.

El cuerpo decadente, encorvado flaco y misterioso de la bisabuela pasa eventualmente como vigilante de sus comportamientos y de vez en cuando una voz chillona y poco agradable a mis oídos las regaña y las corrige ante cualquier mal comportamiento, con el uso de palabras poco motivadoras y para nada correctivas, marcando su infancia con la idea de que no servirán para nada.

Frente a mis murallas esta un hombre inteligente, caballeroso lleno de vitalidad pero derrotado ante la vida por esos azares del destino, ha quedado impedido de caminar físicamente, de su cintura para abajo no siente, no se mueve y no hay ningún tipo de acción.

Sus manos brazos y cabeza se mueven, habla, conversa y muestra su inteligencia, pero ya se entregó a la incapacidad, conversar con él me llena de frustración porque pienso que son muchas las cosas que pudiera aun así en ese impedimento hacer.

Pero es increíble como no lo intenta, su aseo personal y su alimentación dependen exclusivamente de terceros, el solo se limita a existir… y eso me llena de una ira porque después de ese trágico accidente por algo quedo vivo, y seguramente se ira de este mundo sin descubrirlo aún, sin saberlo o cuando descubra su potencial ya será tarde.

Estas murallas que construí apenas me permiten ver y saber lo que a mi alrededor pasa, dejando que entre las aberturas de la pared se cuele la información… solo la relevante, lo que no me interesa no lo escucho no lo comprendo no lo analizo ni me lo quedo. Pero mi reflexión me lleva a pensar que en cada oportunidad yo he sido igual a ellos.

Quien soy?

No suelo fijarme en lo que los demás digan o hagan ni me importa su opinión. Considero que debes buscar rodearte de personas que te ayuden a crecer y sentirte mejor contigo misma que en lo contrario. Eso implica tampoco fijarte en lo que hagan los demás (tómalo como una sugerencia, nada más).

Si te contara mis problemas creo lloraríamos juntas, pero no me gusta hacerlo porque este foro lo considero un espacio que me ha brindado muchas oportunidades. Todos los días busco algo nuevo para hacer porque tengo dos hijas que dependen de mí y que tratamos de sacar adelante con mi esposo. Desde entrar a un curso gratuito, leer un libro, avanzar trabajos pendientes, etc

Creo que sería bueno para ti buscar un proyecto positivo de algún tema que te gusta. Haces buenas redacciones, entonces hay grupos en Facebook que comparten esa pasión por la lectura.

Cuanto más te rodeas con personas que te edifican y menos con gente "tóxica", mejor es. Tengo que aclarar que yo si soy creyente y creo que serlo me ha dado la fortaleza necesaria, inclusive en los momentos más duros, pero no pretendo convencer a los demás de lo contrario ni mucho menos debatir sobre mi fe.

Todas las mañanas levántate agradecida por los talentos que tienes y piensa como podrías potenciarlos. El físico no importa, solo es una envoltura y nadie está libre del paso del tiempo o sus respectivos cambios, lo que vale es tu esencia

Lo mejor que puedes hacer es tener la mente ocupada en algo positivo , que te ayude a crecer como persona y superarte, tanto para tus hijos y para ti misma.

Mucha suerte en el camino en reconocerte como la persona valiosa que eres.
 
No suelo fijarme en lo que los demás digan o hagan ni me importa su opinión. Considero que debes buscar rodearte de personas que te ayuden a crecer y sentirte mejor contigo misma que en lo contrario. Eso implica tampoco fijarte en lo que hagan los demás (tómalo como una sugerencia, nada más).

Si te contara mis problemas creo lloraríamos juntas, pero no me gusta hacerlo porque este foro lo considero un espacio que me ha brindado muchas oportunidades. Todos los días busco algo nuevo para hacer porque tengo dos hijas que dependen de mí y que tratamos de sacar adelante con mi esposo. Desde entrar a un curso gratuito, leer un libro, avanzar trabajos pendientes, etc

Creo que sería bueno para ti buscar un proyecto positivo de algún tema que te gusta. Haces buenas redacciones, entonces hay grupos en Facebook que comparten esa pasión por la lectura.

Cuanto más te rodeas con personas que te edifican y menos con gente "tóxica", mejor es. Tengo que aclarar que yo si soy creyente y creo que serlo me ha dado la fortaleza necesaria, inclusive en los momentos más duros, pero no pretendo convencer a los demás de lo contrario ni mucho menos debatir sobre mi fe.

Todas las mañanas levántate agradecida por los talentos que tienes y piensa como podrías potenciarlos. El físico no importa, solo es una envoltura y nadie está libre del paso del tiempo o sus respectivos cambios, lo que vale es tu esencia

Lo mejor que puedes hacer es tener la mente ocupada en algo positivo , que te ayude a crecer como persona y superarte, tanto para tus hijos y para ti misma.

Mucha suerte en el camino en reconocerte como la persona valiosa que eres.
Gracias, sabes que escribo con mucha ironía. Parte del tema es eso, digo no enterarme de nada pero lo sé todo, además es ficción, no tengo ese tipo de vecinos. Pero tus consejos son válidos, son valiosos y los tomo.
Todos llevamos una lucha interna, cargamos una cruz tenemos peso en hombros, así que hay que tener ánimos! No hay manera, un abrazo fuerte!
 
Gracias, sabes que escribo con mucha ironía. Parte del tema es eso, digo no enterarme de nada pero lo sé todo, además es ficción, no tengo ese tipo de vecinos. Pero tus consejos son válidos, son valiosos y los tomo.
Todos llevamos una lucha interna, cargamos una cruz tenemos peso en hombros, así que hay que tener ánimos! No hay manera, un abrazo fuerte!

Me alegro mucho entonces que solo sea ficción. Eres muy talentosa, Solo agrega en la parte de arriba esa aclaración, para evitar confusiones
 

Temas similares

BryanMarc_
Respuestas
13
Visitas
147
EnergyMech
EnergyMech
U
Respuestas
25
Visitas
575
ZedranFTW
ZedranFTW
FrancescaBella
Respuestas
18
Visitas
557
moreney
moreney
Atrás
Arriba