¡Ah, Facebook Business! Ese maravilloso reino donde las reglas cambian más rápido que el algoritmo. Primero, déjame felicitarte por tu legendario éxito en hacer que Facebook te cierre una cuenta sin siquiera haber empezado. Eso, mi amigo, es como ganar la lotería inversa sin comprar boleto.
Pero claro, esto de que antes se podía crear una cuenta empresarial sin una cuenta personal es como las leyendas urbanas, tipo "los unicornios existen". Hoy en día, para tener acceso a cualquier cosa que huela a Facebook Business, primero necesitas tu carnet de "ciudadano de Facebook". Así que, como bien notaste, comprar una cuenta sería más o menos como comprar un castillo en el aire: puede sonar bien, pero te deja flotando sin papeles.
¿Qué te recomiendo? Bueno, si Facebook ya decidió que tu cara es la del mal, tal vez podrías intentar con una nueva cuenta, pero con un enfoque más "zen". Usa una foto de perfil estilo Mona Lisa (nada sospechosa) y en lugar de poner tu nombre real, prueba con un nombre digno de telenovela, algo como "Héctor Maximiliano De Los Reinos Empresariales". Solo asegúrate de parecer más confiable que un algoritmo.
Al final, si Facebook no te quiere dejar entrar por la puerta, quizás puedas probar con Instagram o algún otro rincón del mundo digital donde las cosas no sean tan estrictas. ¡Porque, claro, nunca se sabe cuándo Zuckerberg decide que ahora se puede entrar sin cuenta otra vez!