Esta prohibición de grabar en espectáculos públicos no es nada nuevo. De hecho fue implementada por primera vez en el año 1994 en EEUU en lo que se conoce como "Ley de acuerdos de la Ronda Uruguay". En apenas dos o tres años todos los países del mundo adoptaron medidas similares a EEUU, o al menos lo hicieron los que previamente habían firmado el acuerdo de la convención de Berna al respecto de los derechos de autor, o sea casi todos.
El problema no es la grabación en si, el problema es la distribución posterior de ese material que tú has grabado.
La propia ley en si misma y su aplicación rozan el absurdo ( como el resto de las leyes relativas al copyright y los derechos de autor) y es absurda desde el momento y hora en que, técnicamente, a ti nadie te puede prohibir grabar nada. Basta con esconder la cámara y asunto arreglado. Podrán prohibirte grabar pero, dado que no pueden desnudarte para verificar si estás haciéndolo, la ley resulta inútil ya desde su creación, casi tanto como sus creadores.
Preguntas... ¿ es normal? Pues si entiendes por normal algo cotidiano, entonces si, lamentablemente, es normal.
Ahora bien, si por normal entiendes algo lógico, razonable y ético, entonces la respuesta es no, el asunto no es ni medio normal.
Pero así es como funciona el mundo, unos hacen las leyes y otros tenemos que cumplirlas. Ellos pueden grabarte a ti pero tú no les puedes grabar a ellos. Ellos pueden robarte a ti pero tú no les puedes robar a ellos. Nada nuevo bajo el sol.
Pero si que hay algo que puedes hacer: Puedes luchar contra estas injusticias y seguir grabando. Tal vez tengas que hacerlo con la cámara escondida y tal vez tengas que renunciar a poder monetizarlo después en tu canal de YT, pero al menos no renunciarás a tu libertad y, ya de paso, también contribuirás en la lucha contra todas las injusticias que se comenten en nombre del copyright y en reducir el robo al que estamos siendo sometidos por parte del lobby industrial que se esconde tras todo ello.