Me gustaría estar en mi propio país, mejorando las condiciones que tiene por supuesto.
Creo que todos terminamos soñando con otros lugares, muchas veces porque no lo conocemos (o conocemos un poquito) puesto que el pensamiento general es "el pasto de mi vecino es más verde que el mío". Cada país tiene sus debilidades y fortalezas, y el 100% de las personas no es necesariamente feliz aunque tenga recursos. Sin embargo, no es malo soñar, no hay nada de malo en querer "un lugar mejor", y al contrario creo que hay que vivir la experiencia si es posible, pues al final las personas valoran más el sitio donde están o donde estuvieron precisamente por lo que vivieron o viven allí.