Nunca ví nunca a un deportista, empresario, artista o personalidad ilustre recibiendo un premio mientras da un discurso de agradecimiento a su coach de vida / emocional / motivacional / de negocios, etc, por ayudarlo a llegar donde está...
¿Te imaginas a Messi recibiendo un balón de oro mientras habla sobre él maravilloso trabajo que -digamos- Carlos Muñoz hizo con él..?
El coaching y la industria de la motivación y autoayuda son, desde mi óptica, un bálsamo para los fracasados. La persona que consume ese tipo de contenido generalmente no está logrando los objetivos que tiene para su vida, pero al escuchar a un coach siente una sensación de empoderamiento que le genera la ilusión de que "ahora sí está en el camino correcto" (o comenzará a hacerlo pronto).
Lástima que esa sensación es temporal, se desvanece tan fácil como viene y rara vez ayuda a las personas a lograr lo que anhelan. Ya que el coaching, como ustedes dicen, se basa en una "masturbación mental" antes que en una metodología orientada a generar resultados reales.
Una persona resiliente, capaz de automotivarse, de hacer frente a la adversidad, etc, díficilmente va a necesitar de otra persona para perserverar. Por eso mi argumento de que el coaching es combustible anímico temporal para los fracasados que no están logrando lo que quieren...