Intentaré hacer un comentario razonable.
En los países en los que la economía funciona mejor no hay ideologías extremas. Hay un centro y cada 4 años se vota, pudiendo pasar de centro-derecha a centro-izquierda, pero TODOS los partidos, incluidos los socialistas (como el PSOE en España, los laboristas en UK o el DSP alemán) están jugando al juego del capitalismo. Todos los partidos de izquierdas practican capitalismo.
Las diferencias entre los partidos de izquierdas y los de derechas son muy suaves. Unos suben los impuestos para repartir el PIB de otra forma, y otros bajan los impuestos para que las empresas tengan más facilidades, o para que les sea más fácil la creación de ocupación (contratar personal pagando menos), etc.
Es cierto que en USA están un poco más a la derecha. Los demócratas norteamericanos sería como la derecha española, mientras que los republicanos norteamericanos están más a la derecha. Esto no los convierte en ultraderecha. La ultraderecha es, por norma general, fascista.
Lo que Milei está predicando (lo poco que he visto) no es fascismo, sino objetivismo (recomiendo leer Ayn Rand para entender el objetivismo). Que nadie pague impuestos pero que tampoco exista la sanidad pública ni la educación pública. Esto implica que los que estén enfermos y no tengan dinero morirán. Esto implica que las familias pobres no podrán llevar a sus talentosos hijos a la escuela.
En el otro extremo está el comunismo, que es un extremo ideológico y que jamás se ha podido demostrar que funcione. En el centro estamos el resto, aplicando el manual de economía (capitalista) de la mejor manera posible. Los votantes de Milei que viven fuera de Argentina y gozan de sanidad pública han sido muy valientes: han apostado por el cambio sin tener que ensuciarse ellos las manos.
La verdad es que no pienso hacer ninguna predicción sobre el futuro de Argentina, pero me gustará ver su evolución.