El problema será que ahora, si por ejemplo un usuario comparte un enlace de algo "ilegal" en Twitter (lo pongo entre comillas porque en Holanda y Suiza ya han legalizado las descargas y no acatan para nada la ley SOPA), la culpa caerá sobre Twitter. Además, la ley en sí es tan pobremente definida que deja abierta las mil maniobras que pueda ejercer el gobierno: se podría dar el caso que el mismo usuario que comparte el enlace fuese perseguido por el Departamento de Estados Unidos, que podrá decidir sobre el contenido de TODO EL MUNDO, no sólo en EUA.