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La situación en Venezuela es extremadamente grave, la inflación parece alcanzar hasta un mil por cierto, lo que apenas el año pasado te costaba mil bolívares, este año ha de estar costando diez mil. A su vez la moneda en sí está extremadamente devaluada, el gobierno le presenta al mundo un dólar oficial donde diez bolívares son un dólar o en su defecto setecientos lo son, pero esas son tasas ficticias, artificialmente bajas que presentan al mundo para disfrazar la economía venezolana.
La realidad es que la única tasa de conversión de dólares a bolívares o viceversa, que aplica en Venezuela, es la del mercado negro, la cual es sumamente inestable y siempre con alta tendencia a subir, siendo ya superior a los cinco mil bolívares por dólar y con un origen en Cúcuta, Colombia que tiene que ver con el contrabando que realiza en la frontera entre ambos países.
Además, no sólo se trata de una economía con el mayor índice de inflación de la historia de nuestro país y una moneda súper devaluada, también hay gran escases de alimentos, así como de medicinas y productos de todo tipo, hasta el punto de que hasta hace unos años tenías diferentes tipos y marcas de arroz de donde elegir en el supermercado y ahora en cambio muchas veces y ahora en cambio tienes que agarrar lo que haya, suponiendo que hay y si te enfermas, muchas veces no tienes algo tan básico como los anti-bióticos que te mandaron para tratar una simple infección.
La delincuencia es algo tan extremo que pueden llegar a matarte porque no tenías la cantidad de dinero que esperaban robarte, además, también se realizan represiones contra cualquier manifestación política en contra del gobierno, hasta el punto de arrojar bombas lacrimógenas contra los manifestantes.
El gobierno causante de esta situación, expropio gran cantidad de empresas productoras, para luego no ser capaz de administrarlas y así terminar dejándolas en la quiebra, además de poseer un alto grado de corrupción, de tal manera que mientras muchas familias trabajadoras honestas se mueren de hambre, ellos derrochan fondos que claramente han sido robados del estado.
Lo que en cierta forma hace más triste la situación política, social y económica de Venezuela, es que incluso los líderes opositores si bien quizá no sean tan mala opción como lo es el gobierno actual que intenta perpetuarse a toda costa, hay que tomar en cuenta que durante el mandato de Chávez, fueron ellos los que sin importar el daño que le hiciera al país y al pueblo, pararon PDVSA para intentar arrebatarle el poder a toda costa, en un claro “el fin justifica los medios”.
La realidad es que la única tasa de conversión de dólares a bolívares o viceversa, que aplica en Venezuela, es la del mercado negro, la cual es sumamente inestable y siempre con alta tendencia a subir, siendo ya superior a los cinco mil bolívares por dólar y con un origen en Cúcuta, Colombia que tiene que ver con el contrabando que realiza en la frontera entre ambos países.
Además, no sólo se trata de una economía con el mayor índice de inflación de la historia de nuestro país y una moneda súper devaluada, también hay gran escases de alimentos, así como de medicinas y productos de todo tipo, hasta el punto de que hasta hace unos años tenías diferentes tipos y marcas de arroz de donde elegir en el supermercado y ahora en cambio muchas veces y ahora en cambio tienes que agarrar lo que haya, suponiendo que hay y si te enfermas, muchas veces no tienes algo tan básico como los anti-bióticos que te mandaron para tratar una simple infección.
La delincuencia es algo tan extremo que pueden llegar a matarte porque no tenías la cantidad de dinero que esperaban robarte, además, también se realizan represiones contra cualquier manifestación política en contra del gobierno, hasta el punto de arrojar bombas lacrimógenas contra los manifestantes.
El gobierno causante de esta situación, expropio gran cantidad de empresas productoras, para luego no ser capaz de administrarlas y así terminar dejándolas en la quiebra, además de poseer un alto grado de corrupción, de tal manera que mientras muchas familias trabajadoras honestas se mueren de hambre, ellos derrochan fondos que claramente han sido robados del estado.
Lo que en cierta forma hace más triste la situación política, social y económica de Venezuela, es que incluso los líderes opositores si bien quizá no sean tan mala opción como lo es el gobierno actual que intenta perpetuarse a toda costa, hay que tomar en cuenta que durante el mandato de Chávez, fueron ellos los que sin importar el daño que le hiciera al país y al pueblo, pararon PDVSA para intentar arrebatarle el poder a toda costa, en un claro “el fin justifica los medios”.