De infante hasta más o menos hasta mis 12 alquilaba vhs, había 2 videoclubes, uno en calle Urquiza que creó que se llamaba con el nombre de la calle y el otro lo conocí siempre como lo de Abdala, bien de pueblo. Acá no existía blockbuster ni nada de eso.
Leí otro comentario de acá de cuando relojeaban las pelis porno jaja, que recuerdo me trajo eso, siempre lo hacíamos, me acuerdo patente donde estaban esas secciones en cada videoclub.
Para mis 13 (2003), ya recuerdo que empezó a asomar lo digital por acá pero todavía no estaba el DVD, sino que se encontraban peliculas ripeadas en vcd (videocd) películas en CDs y generalmente en varios CDs. Una calidad paupérrima, pero eras un avanzado si tenías películas digitales jaja.
Para cuando tenía unos 15/16 el DVD había llegado y me acuerdo que el de calle Urquiza actualizo un poco su catalogo, pero lo de Abdala no, directamente cerró y para ese mismo año conocí un amigo que me dijo que tenía una peli porno en vhs que había ido a pedir a lo de Abdala cuando cerró. La peli se llamaba babewatch.
Para esta época ya estaba bastante establecido el DVD pero yo todavía tenia el reproductor vhs así que pudimos ver la peli, ya que yo tenia mi pieza adelante de la casa con entrada y salida hacia la calle, así que tenia independencia del resto de la casa para recibir visitas, aparte de que siempre viví con mi abuela y no era de entrometerse.
Contemporáneo a esto, había abierto un nuevo videoclub exclusivo de DVDs que hizo fundir a los que siempre habían existido y fue el único por mucho tiempo y siempre íbamos a alquilar DVDs con un amigo y pasábamos rato eligiendo películas, siempre una de terror y una comedia para ver a lo último y no ir a dormir sugestionados jaja, re cagones. A veces alquilabamos hasta 3 pelis, dos de terror y siempre la comedia para lo último.
Volviendo a la película porno de mi amigo, al año se metió en una iglesia evangelista y no se como habrá tocado el tema pero me dijo que la prendió fuego por recomendación de otros dos muchachos que yo conocía que iban a esa iglesia y que uno aparte se convirtió en uno de mis mejores amigos de esa época, y con el que hoy sigo teniendo trato a pesar de la distancia que tenemos física.
La verdad que el ritual de ir a alquilar una película era lindo, me encantaba salir caminando en las noches de verano hablando al pedo con mis amigos y después estar tal vez media hora o hasta una hora mirando caratulas y leyendo sinopsis a ver si nos interesaban. No había distracciones con él celular, te ponías a ver la peli dedicadamente y aparte habías pagado por cada título, y tenías tiempo para verla así la atención en ver la peli era otra. Ahora yo sigo mirando películas pero me distraigo mucho, a veces pongo una y la saco si no me engancha enseguida, me distraigo con los mensajes, etc.
Tanta comodidad hoy ha hecho que se pierda la pasión de muchas cosas. Siempre me gustó la tecnología cuando todo era novedoso, hoy ya nada me sorprende. Pero ya soy tan dependiente que no se si podría volver a la vida que alguna vez viví.