Si tengo que elegir una de las dos sería la primera. Lo haría porque cuesta mucho más aprender sobre un tema que solucionar los problemas de ortografía, gramática y vocabulario escaso.
Aunque es muy difícil decidirse pues justo las dos opciones son antagónicas.
Es decir, si tengo que contratar un redactor de entre dos que posean los defectos nombrados, creo que contrataría al experto en el tema (el de la opción 1), porque luego luego se le podrían corregir los errores de ortografía y gramática.
En cambio, si el que escribe no conoce del tema y pone, por lo tanto, incoherencias, contradicciones y malos conceptos, es muy complicado de remediar una vez hecho el artículo.