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En el salón de su apartamento, Sarah observaba la pantalla de su computadora. Cuando de repente, un correo electrónico llegó a su bandeja de entrada, enviado desde una dirección desconocida. El mensaje solo contenía una imagen abstracta de un cuadrado blanco sobre un fondo negro, pero inmediatamente después de abrirlo, comenzó un extraño zumbido que hizo temblar las ventanas.
Sarah no podía entender por qué alguien le enviaría esa imagen, pero no podía deshacerse de la sensación de que algo andaba mal. A lo largo de la noche, el zumbido persistió, sacudiendo todo en su habitación con cada incremento de intensidad, el cual llegó al punto de sentir las paredes temblar.
Esto continuó por cada noche durante una semana, aunque la intensidad de cada zumbido y temblor variaba. Incluso después de apagar su computadora, el sonido seguía viniendo. Sarah comenzó a sentirse cada vez más ansiosa y aterrorizada, y se volvió cada vez más paranoica, convencida de que algo terrible estaba a punto de suceder.
Fue entonces cuando sucedió. Una noche, mientras incapaz de dormir, Sarah vio una figura oscura aparecer frente a ella, con los contornos imprecisos pero claramente humanoide. Intentó pedir ayuda, pero el terror le impidió articular palabra.
La figura se movió, su forma se distorsionaba, pero parecía que se estaba acercando más y más hacia ella. Sarah trató de alejarse, pero parecía que el espacio a su alrededor se había vuelto más estrecho. No podía gritar de miedo, estaba atrapada.
De repente, la figura desapareció y la habitación volvió a su estado normal. Por un momento, Sarah no supo si había sido real o solo una pesadilla, pero su corazón latía con fuerza en su pecho y estaba temblando de pies a cabeza.
Intentó buscar en línea para ver si alguien más había experimentado lo mismo que ella, pero encontró poca información útil. Durante los próximos días, los zumbidos y temblores continuaron y el miedo regresó.
Certa noche, mientras se preparaba para dormir, Sarah notó algo extraño en su espejo. Encontró grabado en él un tipo de símbolos extraños, que parecía un lenguaje antiguo desconocido. Pero no había hecho nada en su habitacion que pudiese haber dejado esas inscripciones.
Fue un mensaje inquietante, y el miedo de Sarah volvió con fuerza. A pesar de todos sus esfuerzos por encontrar respuestas, cada noche se sentía impotente y aterrorizada.
Finalmente, Sarah decidió que la única forma de liberarse del miedo era enfrentarlo. Decidió quedarse despierta y atenta toda la noche, dispuesta a luchar contra cualquier cosa que pudiera aparecer.
Llegó la noche, y todo parecía tranquilo en un principio. Pero luego, como si de la nada, aparecieron formas abstractas, grotescas y distorsionadas, como de pesadilla, que se movían en las paredes y el techo. Sarah luchó con todas sus fuerzas para mantener su cordura, pero el terror se apoderó de ella.
Finalmente, fue como si algo explotara en ella, una luz cegadora, y de repente se encontró en una habitación blanca, rodeada de paisajes abstractos y con una figura cuyas facciones eran indescriptibles pero parecía tener intenciones malignas.
Y así, en la experiencia más aterradora de su vida, Sarah se dio cuenta de que había luchado contra algo mucho más grande que ella, y que nunca volvería a ser la misma persona de antes.
