No quisiera revivir el hilo ya casi muerto, por lo que veo...pero francamente, pienso que si se dedican tanto el oficialismo como la oposición a trabajar y a hacer lo que tienen que hacer antes de que nos terminemos de hundir, pues surgiremos. Cuando se me venga uno del bando que sea, a querer interrumpirme mi trabajo, le digo "qué pena,mira tengo algo urgente que terminar" me doy la 1/2 vuelta y lo dejo con la palabra en la boca, mucha habladera de paja y nada de producción. A la gente de las escuelas agrícolas que son bastantes, hay que ponerlas a producir, para eso se les dió el cupo ahí, a los consejos comunales a que se les dieron miles de millones para proyectos "socioproductivos" si es que tal palabra existe, se les tiene que exigir RESULTADOS. Si ahora nos vamos a enfrascar en una batalla idiota de "movilizaciones", "agitación política", para beneficio de los enchufados de ambos bandos, estamos bien jodidos.
Tengan su criterio propio, infórmense bien, documéntense, y no se dejen llevar tampoco por lo que lean en las redes sociales pues más de un pote de humo he detectado por ahí.
Ahorita mientras escribo esto, en la AN están como locos aprobando CRÉDITOS para ver cómo terminan de raspar la olla antes de que comiencen las investigaciones, y buscando la mejor manera de ver cómo le trancan las cosas a la nueva Asamblea. Antiético totalmente. Pero son políticos, acostumbrados a sus marramucias e hipocresía.
Nosotros, simples votantes, nos limitamos a verlos y a tomar nuestras propias decisiones.
No hay que defender personajes de fantasía, ni héroes de comiquitas.
El que quiera trabajar, invertir, estudiar y progresar, bienvenido.
El que quiera seguir defendiendo militares que no pueden justificar cómo andan en toyotas del año, beberse una botella de whisky que cuesta un mes de sueldo de un ingeniero con más de 10 años de experiencia, pues que lo haga. El pueblo se los cobró, y seguirá haciéndolo hasta que no quede ninguno de esos empleados temporales de conducta reprobable.
Nuestros héroes nacionales no son políticos cuyas madres son responsables de dudosas gestiones en empresas estatales, no son herederos de dueños de cadenas de medios, ni jugadores de criquet, mucho menos corredores de autos o actores advenedizos que usan avionetas para ir de compras a destinos de lujo.
No son ministros recién salidos de la adolescencia, con bonito verbo, pero de vacío pensamiento, nula ideología, sin criterio propio y que jamás han sabido lo que es trabajar 12 horas diarias durante años levantando su propia empresa, y que nunca han visto el fruto de su esfuerzo y trabajo, sino de sus habilidades para el discurso y el engaño a la gente que no tuvo oportunidad de formarse e instruirse, y a quienes sus compinches designan como "incansables luchadores sociales".
Nuestros héroes fueron guerreros tanto de cuerpo como de espíritu, que creían en la libertad, que la consiguieron hace muchísimo tiempo bajo circunstancias durísimas, viendo a amigos, conocidos y a la gente del pueblo sufrir y padecer.
Nuestros héroes fueron hechos de metales templados en las fraguas de nobles conceptos como igualdad y fraternidad, recorrieron el continente con ideales de justicia, liderados por ese genio que fue Bolívar.
Ésos son nuestros héroes, de los que no nos podrán despojar jamás.