Toma tus conocimientos y evalúate:
1. ¿Cuál es el nivel de mis conocimientos en relación a lo que sé?, ¿básicos, aceptables, completos?
2. ¿Qué sé hacer con lo que sé, es decir, con mis conocimientos?
3. ¿Son útiles mis conocimientos para enseñarlos y retransmitirlos a otros, para ejecerlos de manera física en el mundo real o no sirven para nada?
La respuesta a la pregunta número uno dependerá del interés puesto en la escuela, al interés que pusiste a los consejos sabios recibidos de tus padres, parientes o amigos, y a la vocación que hayas cultivado desde niño.
La respuesta a la pregunta número dos está relacionada con la tercera; sin embargo, busca dar claridad con respecto al "saber-hacer" con tus conocimientos. Si sabes o conoces de la importancia del ejercicio físico para mantener una salud estable, pregúntate, por ejemplo, si ese conocimiento lo adquiriste por haber leído sobre el tema o por la práctica diaria en tu vida. Así podrás definir si dictas charlas cualificadas sobre el tópico (un trabajo del intelecto como conferencista en esa área) o si buscas espacio como instructor físico en un gimnasio (un trabajo en que utilizarás los músculos y la fuerza de manera regulada).
Sigue estudiando, termina cada curso que inicies, cada carrera profesional, cada deseo tengas. No dejes nada a la mitad, nunca. Ignora el consejo que pueda dañarte; en lo posible, evita relacionarte con personas que no puedan darte un consejo amoroso o un ejemplo positivo para tu crecimiento personal.
Finalmente, evita siempre un negocio desleal. Rige tu vida por la ética, por el respeto mutuo y, ante todo, por mantener tu palabra como compromiso fiel. Ello hablará bien de ti y te abrirá muchas puertas.
Luego de evaluarte a conciencia, estarás capacidad de determinar una línea de negocios. Básicamente, puedes verte en tres ramas:
- Creación (trabajo del intelecto): investigar, filosofar, producir.
- Retransmisión (trabajo del intelecto): investigar, corregir, enseñar.
- Publicación (trabajo corporal): promover o vender, motivar, ejercer.
Ejemplos de la vida diaria:
- Creación: un investigador en ciencia descubre una molécula apta para mejorar el ritmo cardíaco en hipertensos.
- Retransmisión: un joven emprendedor da charlas serias sobre los beneficios del descubrimiento del investigador ante auditorios específicos (médicos, pacientes, personas interesadas).
- Publicación: una mujer abre una tienda farmacéutica (virtual o física) y pone a la venta el medicamento (como proveedor al por mayor o al detal).
Un saludo.