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Épsilon
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Hola! Pues me extraña abrir un tema contando alguna experiencia ya que no suelo acostumbrar a ello. Tampoco hago en la vida cosas de las que me sienta especialmente orgulloso.
Hace 4 días me desperté con la noticia de que adonde vivo (un edificio con 7 viviendas y un patio interior) había llegado el día anterior un gato muy pequeño. Me asomé a la ventana y creí haberlo visto. Así que bajé para verlo. Se escondía y no hacía ruido, pero tengo una gata de algo más de 2 años (que también recogí aquí jeje) que se puso a maullar desde la ventana. El gatito, muy inocente y atendiendo a la respuesta innata ante un maullido femenino, le correspondía con un muy débil y agudo maullido, y poco a poco se dejaba ver. Era muy pequeño y estaba muy desnutrido y temblaba. Pero lo que más atención me llamó fue que solo le alcanzaba a ver un ojo.
Cuando pude cogerlo en un momento que quedó en una esquina escondido, lo llevamos a casa a darle algo de comer y, sobretodo, a limpiarle ese ojo que aún no sabíamos si tenía o no debajo de ese párpado pegado por el pus. Pero tras darle suero con una gasa en su ojo y quitar el pus exterior, todavía no se veía ni rastro de ojo. Cada vez que le volvíamos a limpiar, estábamos pendientes de ver si conservaba ojo o no. Todavía no terminaba de abrir el ojo al completo, pero lo poco que veíamos era todo menos ojo.
Le dimos leche rebajada con agua y un poco de comida húmeda que tengo en casa por mi gata. Comía como si no hubiera un mañana. Pobrecito, estaba hambriento. Aprovechamos para lavarle un poco con un paño húmedo y quitarle algunas garrapatas que tenía.
Al día siguiente ya pudimos comprobar que ojo no tenía. Solo tiene un ojito.
Todavía no ha recuperado gramitos, al menos no muchos. Sigue bastante delgado, pero yo sí le noto algo más de consistencia, no todo huesos como era el primer día que le vi.
Ahora nos maulla para captar nuestra atención cuando sale de la antigua casita de mi gata que ya no usa y que ahora disfruta este gatito. Juega y brinca que da alegría verle. Tiene mucha fuerza y mucha energía. Pocas veces he visto a mi gata con tanta energía. También he descubierto que le encanta ponerse a descansar encima del altavoz que tengo en el suelo debajo del escritorio y para dormir cuando estoy en el ordenador ha decidido que la zona debajo del tablero de la mesa que está pensada para colocar cables es un buen sitio en alto y refugiado para descansar.
Y por cierto, en el momento en que escribo esto sentado en la silla con los pies cruzados, está en mi talón. Creo que está a gusto.