Lena32
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Saludos.
Quería compartir una serie de reflexiones en relación a lo acaecido en Afganistán, en los últimos días y un artículo que he leído en la prensa española.
Al respecto de lo acontecido en Afganistán en recientes fechas no voy a entrar a juzgar. Creo, por lo que he leído, la libertad de un país toca ser defendida por los propios ciudadanos de dicho país y su ejercito al servicio del pueblo y las gentes, no en loor de un tirano, un déspota libertario fratricida que no le importa mandar disparar sobre el pueblo que disiente o no acepta la tiranía.
No, no seré yo quien juzgue a los soldados del ejercito afgano, según muchos medios españoles, sin disciplina alguna, sin interés alguno y muchos de ellos sometidos a los efectos de narcóticos opiaceos. Repito, cada ejercito y cada pueblo es garante de su sociedad y sus formas de gobierno.
Si he de confesar, en este punto, que he llegado a sentir una mezcla de tristeza y vergüenza al ver subidos sobre las alas y ruedas de los aviones, ya en marcha, a cientos de afganos para huir del horror de la tiranía fanática del integrismo. Vergüenza y tristeza al ver como personas se desplomaban desde los aviones, ya remontando vuelo y tomando altura, hacia el suelo afgano. Eran personas que, en su desesperación, querían escapar del oscuro medievo integrista entre los huecos del fuselaje, entre las ruedas y en cualquier parte del avión. El miedo, seguramente, borró toda lógica de las leyes físicas de la presión, la temperatura y las cuatro fuerzas de la aeronáutica (sustentación, peso, empuje y resistencia).
Y sin embargo, el motivo de estas reflexiones han venido originadas por el comienzo de un artículo publicado en la prensa online española. En realidad es solo lo que se cuenta en un párrafo, el primero de dicho artículo, el cual paso a citar:
"El 23 de febrero de 2008 se organizó en Paracuellos un homenaje a los soldados españoles desplegados en el extranjero. Pero a Rubén López y Julio Alonso, que acababan de regresar de Afganistán mutilados, se los llevaron a un patio trasero y les colgaron las medallas a escondidas. Las familias preguntaron por qué: "Nos dijeron que quedaban dos semanas para las elecciones [Zapatero se jugaba la reelección] y que no podían salir ahí".
¿Qué pais, qué sociedad, qué representantes políticos, qué autoridades, qué personas pueden ocultar a dos soldados heridos y mutilados, recién llegados de Afganistán, por el mero hecho de no ser electoralmente plausibles o estéticamente adecuados para la enfermiza y aberrante hipocresía de nuestros políticos?
Son personas, soldados, que han luchado por la libertad de un país, se nos dice y por salvaguardar de integrismo y asesinos en potencia que quieren derrocar todo símbolo de libertad y democracia. Sin embargo, nada hemos sabido de ellos, al menos en España. Aquí se les oculta como a leprosos, como a enfermos, como esos malos sueños de los que nadie quiere hablar, ni saber. Como si la sociedad española durmiese complaciente en sus mentiras, sus ignorancias y sus hipocresías.
Una sociedad que ha tolerado miles de muertes de ancianos por dejación y abandono, perfectamente puede tolerar las mentiras, el ocultamiento y lo poco estético de un joven con las piernas amputadas por una mina, o la de otro sin un brazo y con media cara destrozada por la metralla. Claro, es evidente, resulta poco conveniente electoralmente y nada estético para una sociedad que piensa solo en vacaciones, en salir a beber y divertirse y, por supuesto, a competir por sacarse los mejores selfies.
En fin, no quiero extenderme. La anterior cita me revuelve el alma y al mismo tiempo me lleva a preguntarme al respecto de la sociedad que vivimos y los administradores públicos que tenemos. Es fácil, sencillo y hasta útil para el ego de uno criticar a paises como Venezuela, Cuba, México, por su deriva comunista y privativa de libertades, pero también es sencillo, útil y necesario, creo, no ver cuanto acontece, ignorar lo que pasa y nos esta pasando.
Siento, hoy más que nunca, enorme vergüenza de cuanto me rodea.
Por si alguien quiere leer en detalle el artículo, dejo el enlace:
https://www.elconfidencial.com/mundo/2021-08-17/afganistan-pais-cobardes_3235778/
Un saludo.
Quería compartir una serie de reflexiones en relación a lo acaecido en Afganistán, en los últimos días y un artículo que he leído en la prensa española.
Al respecto de lo acontecido en Afganistán en recientes fechas no voy a entrar a juzgar. Creo, por lo que he leído, la libertad de un país toca ser defendida por los propios ciudadanos de dicho país y su ejercito al servicio del pueblo y las gentes, no en loor de un tirano, un déspota libertario fratricida que no le importa mandar disparar sobre el pueblo que disiente o no acepta la tiranía.
No, no seré yo quien juzgue a los soldados del ejercito afgano, según muchos medios españoles, sin disciplina alguna, sin interés alguno y muchos de ellos sometidos a los efectos de narcóticos opiaceos. Repito, cada ejercito y cada pueblo es garante de su sociedad y sus formas de gobierno.
Si he de confesar, en este punto, que he llegado a sentir una mezcla de tristeza y vergüenza al ver subidos sobre las alas y ruedas de los aviones, ya en marcha, a cientos de afganos para huir del horror de la tiranía fanática del integrismo. Vergüenza y tristeza al ver como personas se desplomaban desde los aviones, ya remontando vuelo y tomando altura, hacia el suelo afgano. Eran personas que, en su desesperación, querían escapar del oscuro medievo integrista entre los huecos del fuselaje, entre las ruedas y en cualquier parte del avión. El miedo, seguramente, borró toda lógica de las leyes físicas de la presión, la temperatura y las cuatro fuerzas de la aeronáutica (sustentación, peso, empuje y resistencia).
Y sin embargo, el motivo de estas reflexiones han venido originadas por el comienzo de un artículo publicado en la prensa online española. En realidad es solo lo que se cuenta en un párrafo, el primero de dicho artículo, el cual paso a citar:
"El 23 de febrero de 2008 se organizó en Paracuellos un homenaje a los soldados españoles desplegados en el extranjero. Pero a Rubén López y Julio Alonso, que acababan de regresar de Afganistán mutilados, se los llevaron a un patio trasero y les colgaron las medallas a escondidas. Las familias preguntaron por qué: "Nos dijeron que quedaban dos semanas para las elecciones [Zapatero se jugaba la reelección] y que no podían salir ahí".
¿Qué pais, qué sociedad, qué representantes políticos, qué autoridades, qué personas pueden ocultar a dos soldados heridos y mutilados, recién llegados de Afganistán, por el mero hecho de no ser electoralmente plausibles o estéticamente adecuados para la enfermiza y aberrante hipocresía de nuestros políticos?
Son personas, soldados, que han luchado por la libertad de un país, se nos dice y por salvaguardar de integrismo y asesinos en potencia que quieren derrocar todo símbolo de libertad y democracia. Sin embargo, nada hemos sabido de ellos, al menos en España. Aquí se les oculta como a leprosos, como a enfermos, como esos malos sueños de los que nadie quiere hablar, ni saber. Como si la sociedad española durmiese complaciente en sus mentiras, sus ignorancias y sus hipocresías.
Una sociedad que ha tolerado miles de muertes de ancianos por dejación y abandono, perfectamente puede tolerar las mentiras, el ocultamiento y lo poco estético de un joven con las piernas amputadas por una mina, o la de otro sin un brazo y con media cara destrozada por la metralla. Claro, es evidente, resulta poco conveniente electoralmente y nada estético para una sociedad que piensa solo en vacaciones, en salir a beber y divertirse y, por supuesto, a competir por sacarse los mejores selfies.
En fin, no quiero extenderme. La anterior cita me revuelve el alma y al mismo tiempo me lleva a preguntarme al respecto de la sociedad que vivimos y los administradores públicos que tenemos. Es fácil, sencillo y hasta útil para el ego de uno criticar a paises como Venezuela, Cuba, México, por su deriva comunista y privativa de libertades, pero también es sencillo, útil y necesario, creo, no ver cuanto acontece, ignorar lo que pasa y nos esta pasando.
Siento, hoy más que nunca, enorme vergüenza de cuanto me rodea.
Por si alguien quiere leer en detalle el artículo, dejo el enlace:
https://www.elconfidencial.com/mundo/2021-08-17/afganistan-pais-cobardes_3235778/
Un saludo.