Establecer en el deporte de alto rendimiento este tipo de comparación es altamente subjetivo y de mucho riesgo, ya que las comparaciones en sí generalmente son multi-factoriales. Ademas dependen de la época en que vivió quien opina. Los deportes como empresas evolucionan con el tiempo, así como la vida misma. El baloncesto que jugaron Will Chamberlain o Bill Rusell, no es el mismo que jugaron Karim, Magic Jhonson o Larry Bird. Tampoco es el mismo baloncesto que Jugó Michael Jordan y mucho menos el que jugaron Koby Bryan o Shaquill O´Neal, o el baloncesto actual caracterizado por la gran cantidad de talentos que día a día explotan en el mundo de la NBA, tales como Lebrón James, Dwyne Wade, Stephen Curry, Kevin Durant y muchos otros. Ademas en los deportes colectivos no dependen de un solo jugador. Por eso comparar no es fácil. Las posiciones de juego varían la importancia que puede tener un jugador determinado. No es lo mismo un base que un pivot, un puesto 3 que un puesto 4. Entonces basándonos en todo esto, las comparaciones son odiosas, como lo dije antes las épocas también influyen. Hubo tiempos donde el factor dominante eran los hombres altos, hoy día no es tan así. De hecho un factor predominante en esta época son los lanzadores de larga distancia, característica del baloncesto de estos días.