Precisamente porque estudié en universidades con altos estándares sé el valor que tienen las licenciaturas. Sin embargo, la realidad laboral me mostró algo diferente: en el mundo digital y de datos, la empleabilidad muchas veces depende más de habilidades prácticas y actualizadas que de los títulos formales.
El curso de analista de datos no invalida mis años de estudio, los complementa y me dio un acceso más directo al mercado laboral. Los contactos y la teoría importan, sí, pero también la adaptabilidad. Hoy las empresas buscan perfiles que aprendan rápido y combinen academia con práctica.
Al final, lo que cuenta es la capacidad de adaptarse, no el costo de la colegiatura.