
UnLionel
Zeta
Social Media
Verificado
Verificación en dos pasos activada
Verificado por Whatsapp
Verificado por Binance
Hola gente! Bueno no muchos me conocerán o quizás otros si, soy usuario asiduo del foro, tuve mi momento de mayor actividad cuando redacté mi primer historia de éxito, que tuvo muy buena recepción en el público y les gustó a todos. Para los que quieren empezar por allí (lo recomiendo) les dejo el link del thread a continuación:
forobeta.com
Cuando hice el tema tenía 22 años y recién empezaba la universidad. Hoy tengo 28, sigo en la universidad (xd) aunque ya me queda poco para recibirme. Me encuentro actualmente de intercambio de estudios en Chile.
Me resulta increible todo lo que ha pasado estos años, en resumen, cuando hice el primer post me encontraba recién comenzando a gestar un "mini-imperio" que me generó ingresos pasivos que me permitieron ahorrar, vivir e invertir y darme hoy un pequeño colchón económico que me da cierta tranquilidad. Pero no todo es color de rosas, voy por partes.
Cuando hice el post anterior me encontraba vendiendo fans de Facebook en Fiverr, y creanlo o no durante algunos meses fue algo muy redituable, me iba muy bien, ganaba entre 200-400 USD mensuales, que depositaba en una tarjeta Payoneer. Había un usuario de forobeta que había desarrollado una plataforma de entrega de fans que funcionaba muy bien y era muy barato, no costaba mucho sacarle ganancia revendiendo.
Claro está, pocos conocían del tema de los SMM Panels y el nicho de venta de fans y seguidores recién estaba desarrollándose. Recordemos cómo eran las redes sociales hace algunos años: solo tenías un botón de like para publicaciones, hazte fan para las fanpages, y seguir en Instagram, entonces era muy fácil vender estas pequeñas interacciones que nada tenían que ver con el engagement. Hoy tienes reacciones, botón de fan, botón de seguir, likes a comentarios, videos en vivo, y muuuuchas cosas más que antes no habían, pero justamente por ello era todo más sencillo.
¿Qué pasó después de Fiverr?
En realidad en paralelo a Fiverr se me ocurrió una gran idea, gran gran idea. Antes si uno buscaba en Google "Comprar fans", "Comprar seguidores", "Comprar likes", habían varios sitios web que ofrecían estos servicios pero en inglés, solo había algunos pocos en español y estaban tan mal diseñados que te daban la impresión de que te iban a estafar. Fue acá donde se me prendió la lamparita, me dije a mí mismo "Momento, hay pocos sitios de venta de acciones sociales (llamemosle así de ahora en más) en español, los pocos que hay están pésimamente diseñados, yo soy diseñador y estoy aprendiendo a hacer sitios web ¿Por qué no hacer uno?" Fue así como nació mi masterpiece, mi propio sitio web de venta de seguidores que no imaginé que iba a tener tanto éxito
Mi propio sitio web de reventa de seguidores y fans
Como les digo, nunca imaginé que iba a tener tanto éxito. Un día ingresé a Themeforest y busqué un template super básico, que traía un slider, un bloque descriptivo, un bloque de servicios y precios (con botón de compra), un par de bloques más con cositas lindas y nada más, una onepage. Salía 25 USD. Lo compré y de lo único que sabía en ese entonces era de HTML y de diseño, entonces simplemente abrí el template con el bloc de notas, reemplacé las imágenes, los textos, personalicé los botones de compra por botones de Paypal, compré el hosting y ya... sitio web online.
Ese mismo mes llegaron las primeras compras, por 10 USD, 20 USD, 50 USD. Solo estaba ofreciendo 4 packs de Fans de Facebook: 1000 fans - 2000 fans - 3000 fans - 5000 fans. Con eso estaba generando ingresos, y el margen de ganancia que me quedaba era superior al 75%.
Cuando me di cuenta de que esto iba en serio, contraté a un experto en SEO en Forobeta, que me cobró 150 USD por mes para darme asesoría y reseñas, fue la mejor decisión que pude tomar, al poco tiempo mi sitio web estaba posicionado primero en Google, las ventas entraban constantemente. Comencé a tener 2 ordenes al día, luego 5, luego 20, algunas por 10 USD, otras por 100 USD, la mejor que tuve fue por 800 USD. En cuestión de un año el sitio web se encontraba en su mejor momento, mientras yo me dedicaba a conectarme todos los días para entregar las órdenes, responder consultas (tenía chat en vivo), hacer mejoras constantemente de diseño y a expandir servicios.
No pasó mucho tiempo cuando empecé a agregar nuevas secciones, que no eran más que el template del home pero con otra cara y otros servicios. Para Instagram ofrecía likes y seguidores, para Twitter ofrecía likes, retweets. Para Youtube views, likes, comentarios. Luego para Tiktok. Todo lo derivaba desde dos o tres SMM que ya tenía a mano y conocía muy bien.
Mi momento de gloria
Fue así como entre 2017 y 2019 pasé los mejores meses de mi vida económicamente hablando, el sitio web funcionaba sobre ruedas, pasé de tener 100 visitas mensuales a más de 1000, con un ratio de compra muy alto. Las consultas en google eran puntualmente de compra, entonces bastaba con resolver esta necesidad desde el lado de la experiencia al usuario, generar confianza y un buen servicio postventa.
Me compraban políticos, empresas de seguro, influencers. Recuerdo un político que me hizo una compra única por 800 USD para su fanpage, o una famosísima empresa de seguros de viajes que compraba fans para su fanpage todas la semanas.
En el mejor momento el sitio generaba algo así de 1500 USD mensuales.
Pude alquilar un modesto departamento, viajar por el mundo, ahorrar e invertir. La vida me sonreía, mis amigos me veían como una especie de genio/hacker informático, ninguno comprendía muy bien lo que hacía. Pronto me fui a mudar a una casa grande con un amigo que me ayudaba con la facturación y se quedaba un porcentaje (tuve que hacerme monotributista) pero tanto familia como allegados comenzaron a hacer preguntas que me incomodaban porque sentía que no era lo que quería dar de mi imagen.
Pero... vender seguidores y fans bots no está bien ¿o si? ¿estabas estafando a la gente?
No pasó mucho tiempo cuando empecé a notar que algunos de mis amigos y concidos me hacían este tipo de preguntas. La verdad es que yo siempre trataba de ofrecer el mejor servicio, las entregas lo más rápidas posible, refill siempre que fuera necesario. Tenía inclusive clientes regulares, muchos. Había un nicho que buscaba específicamente este tipo de servicios. En el propio sitio web puse un apartado de FAQs donde aclaraba qué tipo de servicios se estaban comprando, una especie de descargo de responsabilidad. Estaba completamente orgulloso del buen y transparente servicio que ofrecía, descartaba completamente las acciones sociales de mala calidad (cuentas rusas, sin foto de perfil) o devolvía el dinero si pensaba que esto iba a comprometer la cuenta del comprador. No obstante, claro está, todo esto estaba (y está) muy mal visto por las políticas de las propias redes sociales. Paralelamente a esto el nicho comenzó a saturarse y las redes sociales comenzaron a virar su estrategia para hacernos (a quienes teníamos este modelo de negocios) las cosas más y más difíciles.
También había un pequeño porcentaje de disputas en Paypal que me ponían los pelos de punta, los famosos "chargebacks", ya eran un pasivo dentro de los ingresos mensuales, devolvía todas las compras que eran de cuentas no verificadas y aun así había mucha gente que solo compraba para joderme y luego pedir disputa. Siempre perdía las disputas por la naturaleza de los servicios.
Fue entonces cuando las cosas comenzaron a complicarse.
El veto de Paypal y los ataques de pánico
Sabía que tarde o temprano esta gallina de huevos dorados iba a morir. Las redes sociales (Facebook sobre todo) comenzaron a ponerse más estrictas con el asunto de los bots, salieron videos que mostraban como funcionaban las granjas de likes en India y China, en Estados Unidos habían procesado por primera vez en la historia a una empresa, Devumi, por vender perfiles falsos bajo la premisa de suplantación de identidad ya que estos fans y likes falsos que vendían eran de bots que scrapeaban info de perfiles reales. En Autralia hubo un caso similar. Navegando por blackhatworld encontraba historias de gente que estaba en el mismo nicho con sitios web en inglés y les llegaban cartas de cese y decista por parte del mismo Facebook. Sumado a esto apareció la presión hacia los procesadores de pago como Paypal y el escándalo de las elecciones de Trump por amañar elecciones con bots de opinión en redes (Ver El Gran Hackeo en Netflix). Pronto pasó lo que más temía.
Realmente a esta altura mi cabeza comenzó a jugarme muy malas pasadas, pensaba que pronto la policía o una demanda caería a mi casa, que lo que estaba haciendo era realmente ilegal, comencé a tener ataques de pánico, algunas veces no dormía bien, temía por mi futuro porque cuando se acabara esa fuente de ingresos no iba a saber cómo continuar y seguir pagando mis cuentas, la pasé horrible.
Un día a mediados de 2019 despierto y me llega el temido correo de Paypal (juro que lo estaba esperando). Tu cuenta ha sido bloqueada permanentemente. Cabe aclarar que a esa altura ya tenía gran parte de mi dinero invertido en diferentes acciones, criptos, FCI y tal. No era demasiado para ser honestos, 5 cifras en total fue lo que llegué a juntar. No obstante 5 cifras a los 25 y en latinoamérica, uno vive bien.
Me bloquearon la cuenta de Paypal con 1800 dólares adentro, 1800 dólares que 2 días antes de cumplirse los 180 días de limitación, Paypal decidió quedarselos por "resarcimiento por daños y perjuicios a la plataforma".
Estaba destruido, recuerdo un día antes de que esto sucediera, con la cabeza en mil cosas, pensando si lo que estaba haciendo era ilegal o no, si tendría consecuencias por todo esto, si el día de mañana se acabara de qué iba a vivir, etc. que salí a andar en bicicleta y tuve que parar a un costado de la ciclovía porque me dió un ataque de pánico. Algo así como le pasó a Hank en Breaking Bad.
Después de la tormenta viene la calma.
Como les había comentado, estaba viviendo en una casa grande (que era de mi amigo), no obstante sin el ingreso que teníamos antes del veto de Paypal ambos sabíamos que era cuestión de tiempo hasta que no pudieramos pagar las cuentas. El día después del veto de Paypal recuerdo haberme sentado en el amplio patio que tenía la casa con un café y el sol pegándome sobre la cara, con varias preguntas flotando en mi cabeza ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo salgo adelante? ¿Qué puedo sacar de bueno de todo esto?.
Allí comprendí que en esos 3-4 años que estuve viviendo de esto había aprendido un montón de cosas. Sobre SEO, sobre mantenimiento web, diseño, desarrollo, marketing, etc. Así que armé un portfolio de trabajos, me presenté a un puñado de agencias de marketing y diseño que habían en mi ciudad y honestamente no me costó nada encontrar trabajo. Tuve dos entrevistas, quedé en la segunda empresa, empresa en la que continúo trabajando el día de hoy. Claro está que el sueldo no tenía ni comparación a lo que venía ganando, pero al menos era mejor que nada. Y estaba haciendo más o menos lo que me gustaba.
Tres meses después del veto de Paypal mi amigo me dice "En tres meses tenés que irte a otro lado porque vamos a dejar la casa". Fue un baldazo de agua fría, yo todavía no estaba generando ingresos para pagar un alquiler (y lo que tenía invertido no podía tocarlo), no estaba preparado para mudarme. Sentía que estaba por retroceder casilleros en mi progreso de vida. Pasé de vivir con mi familia, a vivir en un dpto, a vivir en esta gran casa, y ahora iba a tener que volver a vivir con mi familia. Tenía mucha bronca y frustración, no podía tolerarlo.
La mudanza y el cambio de estilo de vida
Pasaron estos seis meses y las cosas no cambiaron demasiado en mi vida, me tuve que ir de la gran casa. Encima el día que me fui fue el mismo día en que se declaró el toque de queda por pandemia. Recuerdo ese día saliendo de mi bicicleta con mi mochila y lo básico sobre mi espalda, yéndome a lo de mi familia, luego terminaría de llevarme las cajas y los muebles, pero no podía regresar a vivir allí e iba por las calles vacías porque ni siquiera se podía salir. Todo era desesperanza en ese momento de mi vida.
Así estuve 2 años viviendo en lo de mi familia, al principio costó adaptarme, me encontraba en un espacio compartido nuevamente, trabajando home office (esto era lo bueno dentro de todo lo malo) pero sin la misma libertad, aun tratando de idear cómo volver a generar un ingreso que me permitiera alquilar. Honestamente nunca lo logré, los alquileres por las nubes, el sueldo que apenas te alcanza, vivir este nuevo estilo de vida me hizo aprender a las cachetadas como era la realidad.
Fue así que me puse un nuevo objetivo, mantenerme viviendo allí y tratando de ahorrar, continuar sacando materias (ya que en esos años de bonanza apenas le presté atención a la universidad) y cuando tuviera oportunidad irme de intercambio o algo así, nutrirme más de mi oficio y profesión.
El renacimiento del sitio web, como el Ave Fenix
Oye unlionel, todo bien pero ¿Y el sitio web? ¿No podías ponerle otra cosa que no fuera Paypal? ¿Sigue online? ¿Qué pasó? Para para para hombre, muchas preguntas. Claro que intenté ponerle otros procesadores de pago, pero se me complicó bastante, primero porque era puramente HTML, CSS y apenas Javascript (apenas sé javascript, las pocas implementaciones que le hice de javascript las pagué a freelancers de forobeta), entonces solo podía insertarle links de pago directos o cosas así, no era como un Wordpress ¿me entiendes?
Me di cuenta que tenía un gran sitio web, muy bien diseñado y rápido, no podía dejarlo abandonado. Así que lo mejor que pude hacer fue manejarlo únicamente con criptomonedas, que Paypal y los demas procesadores su fueran a tomar por c***. Me hice una cuenta de Coinpayments y lo dejé así. Obviamente las ventas bajaron muchísimo, con suerte tenía una o dos ventas por mes, como mucho 50 USD mensuales.
No obstante este último tiempo comencé a trabajar nuevamente más seguido en el sitio, agregando nuevas redes sociales como Twitch, Discord y Reddit, la adopción de usuarios que manejan criptomonedas también aumentó, entonces de a poco comenzó a moverse de nuevo. Sin embargo con todo lo que pasó también perdió posicionamiento, también la competencia del nicho es voraz, ni hablar de lo saturado que está. Es más difícil si, pero por lo menos funciona y cada tanto me da una sopresa, una que otra venta que termina siendo un ingreso pasivo del cual estoy muy agradecido.
¿Y hoy qué haces y de qué vives?
Como les dije, sigo trabajando en la agencia de marketing a la que entré luego de que todo se vino abajo. Es un sueldo normal para lo que es Argentina, ni muy muy ni tan tan ¿saben? pero me permitió aprender cosas nuevas, capacitarme en Wordpress, eCommerces, diseño web, UI/UX y tal. Hoy por hoy me gusta mucho diseñar sitios web, paralelamente tengo algún que otro trabajo freelance, no llego aun a ganar lo que me gustaría pero no me puedo quejar. Trabajo desde casa, a la hora que quiero.
Me encuentro en Chile realizando mi intercambio de estudios, buscando nuevas oportunidades laborales a la par, viendo como mi sitio web de a poco va reviviendo, tratando de buscar oportunidades con criptomonedas y tal. Estoy feliz, quizás me falta sentarme más en el presente y agradecer por todo lo que tengo y lo que aprendí, estoy constantemente preocupandome por cosas que todavía no llegan, pero sé que tengo que ser paciente y cada día hacer un poquito de algo, continuar capacitandome, trabajando, estudiando.
Hubieron días que no salí de la cama o me costó demasiado salir adelante, noches que mis amigos venían a buscarme y yo por más que supiera que estaban fuera de mi casa no les abría porque no tenía ganas de moverme. No hay que hacer nada de esto, la vida continúa igual aunque estemos en la cama o derrotados por allí, hay que sacar fuerzas de donde no tenemos y darle siempre para adelante, agradecer por la familia, los amigos, el presente. Si tu objetivo es muy grande hay que ponerse metas, proyectar y ordenarle al subconciente constantemente qué es lo que queremos lograr, la mente es una máquina muy poderosa que si la sugestionamos de manera adecuada se pueden lograr cosas maravillosas.
Espero que mi historia les haya servido ¿Nos vemos en 6 años más? Quien sabe, por lo pronto hasta acá lo dejo 🙂
PD: Perdón por los errores de ortografía, literalemente escribí todo de corrido je.

Gracias a Forobeta he logrado muchas cosas lindas
¡Hola! Cómo están. Espero que bien. :p7: Mi nombre es Lionel, vivo en Mendoza, Argentina. Tengo 22 años, en noviembre cumplo 23. No sé por dónde empezar, en estos tres años en los que he estado en el sitio, logré muchas cosas, pero nunca se me ocurrió redactarlas, hasta ahora. Todo empezó un...
Cuando hice el tema tenía 22 años y recién empezaba la universidad. Hoy tengo 28, sigo en la universidad (xd) aunque ya me queda poco para recibirme. Me encuentro actualmente de intercambio de estudios en Chile.
Me resulta increible todo lo que ha pasado estos años, en resumen, cuando hice el primer post me encontraba recién comenzando a gestar un "mini-imperio" que me generó ingresos pasivos que me permitieron ahorrar, vivir e invertir y darme hoy un pequeño colchón económico que me da cierta tranquilidad. Pero no todo es color de rosas, voy por partes.
Cuando hice el post anterior me encontraba vendiendo fans de Facebook en Fiverr, y creanlo o no durante algunos meses fue algo muy redituable, me iba muy bien, ganaba entre 200-400 USD mensuales, que depositaba en una tarjeta Payoneer. Había un usuario de forobeta que había desarrollado una plataforma de entrega de fans que funcionaba muy bien y era muy barato, no costaba mucho sacarle ganancia revendiendo.
Claro está, pocos conocían del tema de los SMM Panels y el nicho de venta de fans y seguidores recién estaba desarrollándose. Recordemos cómo eran las redes sociales hace algunos años: solo tenías un botón de like para publicaciones, hazte fan para las fanpages, y seguir en Instagram, entonces era muy fácil vender estas pequeñas interacciones que nada tenían que ver con el engagement. Hoy tienes reacciones, botón de fan, botón de seguir, likes a comentarios, videos en vivo, y muuuuchas cosas más que antes no habían, pero justamente por ello era todo más sencillo.
¿Qué pasó después de Fiverr?
En realidad en paralelo a Fiverr se me ocurrió una gran idea, gran gran idea. Antes si uno buscaba en Google "Comprar fans", "Comprar seguidores", "Comprar likes", habían varios sitios web que ofrecían estos servicios pero en inglés, solo había algunos pocos en español y estaban tan mal diseñados que te daban la impresión de que te iban a estafar. Fue acá donde se me prendió la lamparita, me dije a mí mismo "Momento, hay pocos sitios de venta de acciones sociales (llamemosle así de ahora en más) en español, los pocos que hay están pésimamente diseñados, yo soy diseñador y estoy aprendiendo a hacer sitios web ¿Por qué no hacer uno?" Fue así como nació mi masterpiece, mi propio sitio web de venta de seguidores que no imaginé que iba a tener tanto éxito
Mi propio sitio web de reventa de seguidores y fans
Como les digo, nunca imaginé que iba a tener tanto éxito. Un día ingresé a Themeforest y busqué un template super básico, que traía un slider, un bloque descriptivo, un bloque de servicios y precios (con botón de compra), un par de bloques más con cositas lindas y nada más, una onepage. Salía 25 USD. Lo compré y de lo único que sabía en ese entonces era de HTML y de diseño, entonces simplemente abrí el template con el bloc de notas, reemplacé las imágenes, los textos, personalicé los botones de compra por botones de Paypal, compré el hosting y ya... sitio web online.
Ese mismo mes llegaron las primeras compras, por 10 USD, 20 USD, 50 USD. Solo estaba ofreciendo 4 packs de Fans de Facebook: 1000 fans - 2000 fans - 3000 fans - 5000 fans. Con eso estaba generando ingresos, y el margen de ganancia que me quedaba era superior al 75%.
Cuando me di cuenta de que esto iba en serio, contraté a un experto en SEO en Forobeta, que me cobró 150 USD por mes para darme asesoría y reseñas, fue la mejor decisión que pude tomar, al poco tiempo mi sitio web estaba posicionado primero en Google, las ventas entraban constantemente. Comencé a tener 2 ordenes al día, luego 5, luego 20, algunas por 10 USD, otras por 100 USD, la mejor que tuve fue por 800 USD. En cuestión de un año el sitio web se encontraba en su mejor momento, mientras yo me dedicaba a conectarme todos los días para entregar las órdenes, responder consultas (tenía chat en vivo), hacer mejoras constantemente de diseño y a expandir servicios.
No pasó mucho tiempo cuando empecé a agregar nuevas secciones, que no eran más que el template del home pero con otra cara y otros servicios. Para Instagram ofrecía likes y seguidores, para Twitter ofrecía likes, retweets. Para Youtube views, likes, comentarios. Luego para Tiktok. Todo lo derivaba desde dos o tres SMM que ya tenía a mano y conocía muy bien.
Mi momento de gloria
Fue así como entre 2017 y 2019 pasé los mejores meses de mi vida económicamente hablando, el sitio web funcionaba sobre ruedas, pasé de tener 100 visitas mensuales a más de 1000, con un ratio de compra muy alto. Las consultas en google eran puntualmente de compra, entonces bastaba con resolver esta necesidad desde el lado de la experiencia al usuario, generar confianza y un buen servicio postventa.
Me compraban políticos, empresas de seguro, influencers. Recuerdo un político que me hizo una compra única por 800 USD para su fanpage, o una famosísima empresa de seguros de viajes que compraba fans para su fanpage todas la semanas.
En el mejor momento el sitio generaba algo así de 1500 USD mensuales.
Pude alquilar un modesto departamento, viajar por el mundo, ahorrar e invertir. La vida me sonreía, mis amigos me veían como una especie de genio/hacker informático, ninguno comprendía muy bien lo que hacía. Pronto me fui a mudar a una casa grande con un amigo que me ayudaba con la facturación y se quedaba un porcentaje (tuve que hacerme monotributista) pero tanto familia como allegados comenzaron a hacer preguntas que me incomodaban porque sentía que no era lo que quería dar de mi imagen.
Pero... vender seguidores y fans bots no está bien ¿o si? ¿estabas estafando a la gente?
No pasó mucho tiempo cuando empecé a notar que algunos de mis amigos y concidos me hacían este tipo de preguntas. La verdad es que yo siempre trataba de ofrecer el mejor servicio, las entregas lo más rápidas posible, refill siempre que fuera necesario. Tenía inclusive clientes regulares, muchos. Había un nicho que buscaba específicamente este tipo de servicios. En el propio sitio web puse un apartado de FAQs donde aclaraba qué tipo de servicios se estaban comprando, una especie de descargo de responsabilidad. Estaba completamente orgulloso del buen y transparente servicio que ofrecía, descartaba completamente las acciones sociales de mala calidad (cuentas rusas, sin foto de perfil) o devolvía el dinero si pensaba que esto iba a comprometer la cuenta del comprador. No obstante, claro está, todo esto estaba (y está) muy mal visto por las políticas de las propias redes sociales. Paralelamente a esto el nicho comenzó a saturarse y las redes sociales comenzaron a virar su estrategia para hacernos (a quienes teníamos este modelo de negocios) las cosas más y más difíciles.
También había un pequeño porcentaje de disputas en Paypal que me ponían los pelos de punta, los famosos "chargebacks", ya eran un pasivo dentro de los ingresos mensuales, devolvía todas las compras que eran de cuentas no verificadas y aun así había mucha gente que solo compraba para joderme y luego pedir disputa. Siempre perdía las disputas por la naturaleza de los servicios.
Fue entonces cuando las cosas comenzaron a complicarse.
El veto de Paypal y los ataques de pánico
Sabía que tarde o temprano esta gallina de huevos dorados iba a morir. Las redes sociales (Facebook sobre todo) comenzaron a ponerse más estrictas con el asunto de los bots, salieron videos que mostraban como funcionaban las granjas de likes en India y China, en Estados Unidos habían procesado por primera vez en la historia a una empresa, Devumi, por vender perfiles falsos bajo la premisa de suplantación de identidad ya que estos fans y likes falsos que vendían eran de bots que scrapeaban info de perfiles reales. En Autralia hubo un caso similar. Navegando por blackhatworld encontraba historias de gente que estaba en el mismo nicho con sitios web en inglés y les llegaban cartas de cese y decista por parte del mismo Facebook. Sumado a esto apareció la presión hacia los procesadores de pago como Paypal y el escándalo de las elecciones de Trump por amañar elecciones con bots de opinión en redes (Ver El Gran Hackeo en Netflix). Pronto pasó lo que más temía.
Realmente a esta altura mi cabeza comenzó a jugarme muy malas pasadas, pensaba que pronto la policía o una demanda caería a mi casa, que lo que estaba haciendo era realmente ilegal, comencé a tener ataques de pánico, algunas veces no dormía bien, temía por mi futuro porque cuando se acabara esa fuente de ingresos no iba a saber cómo continuar y seguir pagando mis cuentas, la pasé horrible.
Un día a mediados de 2019 despierto y me llega el temido correo de Paypal (juro que lo estaba esperando). Tu cuenta ha sido bloqueada permanentemente. Cabe aclarar que a esa altura ya tenía gran parte de mi dinero invertido en diferentes acciones, criptos, FCI y tal. No era demasiado para ser honestos, 5 cifras en total fue lo que llegué a juntar. No obstante 5 cifras a los 25 y en latinoamérica, uno vive bien.
Me bloquearon la cuenta de Paypal con 1800 dólares adentro, 1800 dólares que 2 días antes de cumplirse los 180 días de limitación, Paypal decidió quedarselos por "resarcimiento por daños y perjuicios a la plataforma".
Estaba destruido, recuerdo un día antes de que esto sucediera, con la cabeza en mil cosas, pensando si lo que estaba haciendo era ilegal o no, si tendría consecuencias por todo esto, si el día de mañana se acabara de qué iba a vivir, etc. que salí a andar en bicicleta y tuve que parar a un costado de la ciclovía porque me dió un ataque de pánico. Algo así como le pasó a Hank en Breaking Bad.

Después de la tormenta viene la calma.
Como les había comentado, estaba viviendo en una casa grande (que era de mi amigo), no obstante sin el ingreso que teníamos antes del veto de Paypal ambos sabíamos que era cuestión de tiempo hasta que no pudieramos pagar las cuentas. El día después del veto de Paypal recuerdo haberme sentado en el amplio patio que tenía la casa con un café y el sol pegándome sobre la cara, con varias preguntas flotando en mi cabeza ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo salgo adelante? ¿Qué puedo sacar de bueno de todo esto?.
Allí comprendí que en esos 3-4 años que estuve viviendo de esto había aprendido un montón de cosas. Sobre SEO, sobre mantenimiento web, diseño, desarrollo, marketing, etc. Así que armé un portfolio de trabajos, me presenté a un puñado de agencias de marketing y diseño que habían en mi ciudad y honestamente no me costó nada encontrar trabajo. Tuve dos entrevistas, quedé en la segunda empresa, empresa en la que continúo trabajando el día de hoy. Claro está que el sueldo no tenía ni comparación a lo que venía ganando, pero al menos era mejor que nada. Y estaba haciendo más o menos lo que me gustaba.
Tres meses después del veto de Paypal mi amigo me dice "En tres meses tenés que irte a otro lado porque vamos a dejar la casa". Fue un baldazo de agua fría, yo todavía no estaba generando ingresos para pagar un alquiler (y lo que tenía invertido no podía tocarlo), no estaba preparado para mudarme. Sentía que estaba por retroceder casilleros en mi progreso de vida. Pasé de vivir con mi familia, a vivir en un dpto, a vivir en esta gran casa, y ahora iba a tener que volver a vivir con mi familia. Tenía mucha bronca y frustración, no podía tolerarlo.
La mudanza y el cambio de estilo de vida
Pasaron estos seis meses y las cosas no cambiaron demasiado en mi vida, me tuve que ir de la gran casa. Encima el día que me fui fue el mismo día en que se declaró el toque de queda por pandemia. Recuerdo ese día saliendo de mi bicicleta con mi mochila y lo básico sobre mi espalda, yéndome a lo de mi familia, luego terminaría de llevarme las cajas y los muebles, pero no podía regresar a vivir allí e iba por las calles vacías porque ni siquiera se podía salir. Todo era desesperanza en ese momento de mi vida.
Así estuve 2 años viviendo en lo de mi familia, al principio costó adaptarme, me encontraba en un espacio compartido nuevamente, trabajando home office (esto era lo bueno dentro de todo lo malo) pero sin la misma libertad, aun tratando de idear cómo volver a generar un ingreso que me permitiera alquilar. Honestamente nunca lo logré, los alquileres por las nubes, el sueldo que apenas te alcanza, vivir este nuevo estilo de vida me hizo aprender a las cachetadas como era la realidad.
Fue así que me puse un nuevo objetivo, mantenerme viviendo allí y tratando de ahorrar, continuar sacando materias (ya que en esos años de bonanza apenas le presté atención a la universidad) y cuando tuviera oportunidad irme de intercambio o algo así, nutrirme más de mi oficio y profesión.
El renacimiento del sitio web, como el Ave Fenix
Oye unlionel, todo bien pero ¿Y el sitio web? ¿No podías ponerle otra cosa que no fuera Paypal? ¿Sigue online? ¿Qué pasó? Para para para hombre, muchas preguntas. Claro que intenté ponerle otros procesadores de pago, pero se me complicó bastante, primero porque era puramente HTML, CSS y apenas Javascript (apenas sé javascript, las pocas implementaciones que le hice de javascript las pagué a freelancers de forobeta), entonces solo podía insertarle links de pago directos o cosas así, no era como un Wordpress ¿me entiendes?
Me di cuenta que tenía un gran sitio web, muy bien diseñado y rápido, no podía dejarlo abandonado. Así que lo mejor que pude hacer fue manejarlo únicamente con criptomonedas, que Paypal y los demas procesadores su fueran a tomar por c***. Me hice una cuenta de Coinpayments y lo dejé así. Obviamente las ventas bajaron muchísimo, con suerte tenía una o dos ventas por mes, como mucho 50 USD mensuales.
No obstante este último tiempo comencé a trabajar nuevamente más seguido en el sitio, agregando nuevas redes sociales como Twitch, Discord y Reddit, la adopción de usuarios que manejan criptomonedas también aumentó, entonces de a poco comenzó a moverse de nuevo. Sin embargo con todo lo que pasó también perdió posicionamiento, también la competencia del nicho es voraz, ni hablar de lo saturado que está. Es más difícil si, pero por lo menos funciona y cada tanto me da una sopresa, una que otra venta que termina siendo un ingreso pasivo del cual estoy muy agradecido.
¿Y hoy qué haces y de qué vives?
Como les dije, sigo trabajando en la agencia de marketing a la que entré luego de que todo se vino abajo. Es un sueldo normal para lo que es Argentina, ni muy muy ni tan tan ¿saben? pero me permitió aprender cosas nuevas, capacitarme en Wordpress, eCommerces, diseño web, UI/UX y tal. Hoy por hoy me gusta mucho diseñar sitios web, paralelamente tengo algún que otro trabajo freelance, no llego aun a ganar lo que me gustaría pero no me puedo quejar. Trabajo desde casa, a la hora que quiero.
Me encuentro en Chile realizando mi intercambio de estudios, buscando nuevas oportunidades laborales a la par, viendo como mi sitio web de a poco va reviviendo, tratando de buscar oportunidades con criptomonedas y tal. Estoy feliz, quizás me falta sentarme más en el presente y agradecer por todo lo que tengo y lo que aprendí, estoy constantemente preocupandome por cosas que todavía no llegan, pero sé que tengo que ser paciente y cada día hacer un poquito de algo, continuar capacitandome, trabajando, estudiando.
Hubieron días que no salí de la cama o me costó demasiado salir adelante, noches que mis amigos venían a buscarme y yo por más que supiera que estaban fuera de mi casa no les abría porque no tenía ganas de moverme. No hay que hacer nada de esto, la vida continúa igual aunque estemos en la cama o derrotados por allí, hay que sacar fuerzas de donde no tenemos y darle siempre para adelante, agradecer por la familia, los amigos, el presente. Si tu objetivo es muy grande hay que ponerse metas, proyectar y ordenarle al subconciente constantemente qué es lo que queremos lograr, la mente es una máquina muy poderosa que si la sugestionamos de manera adecuada se pueden lograr cosas maravillosas.
Espero que mi historia les haya servido ¿Nos vemos en 6 años más? Quien sabe, por lo pronto hasta acá lo dejo 🙂
PD: Perdón por los errores de ortografía, literalemente escribí todo de corrido je.
Última edición: