Pero es que hay redactores y redactores. Sí, con negrita.
Me ha costado mucho encontrar a quienes hoy en día les encargo el trabajo de redacción, porque siempre he buscado calidad. Si veo que alguien me ofrece calidad, lo aseguro con candado, caja fuerte y puertas blindadas para forjar una relación a largo plazo, y los remunero de acuerdo al precio que me piden y a lo que se merecen.
De todas maneras, cada uno valora su trabajo y servicio personal como le plazca. Si consideras que realizas un buen trabajo no te vas a vender por migajas y vas a cobrar lo necesario de acuerdo a lo que entregas. Aquí no se trata de vender el objeto de intercambio, se trata de venderse uno mismo de la manera en que más beneficios se obtengan y las dos partes queden satisfechas.
Para finalizar, es necesario comentar que esto no se puede regular ni debe ser regulado de ninguna manera. En Internet el trabajo y montos de dineros deben ser acordados por las partes involucradas, lo mismo que con los servicios offline. Si alguien quiere un mejor servicio, vaya y elija a quien tiene mejor reputación y se paga un poco más. Si se quiere algo más barato, vaya a buscar a quienes cobran más barato.