La calificación negativa sería justificada si el cliente no paga y se puede comprobar que usa el diseño. Cuando uno ofrece un servicio, como lo es el de diseñar, lo hace bajo la posibilidad de que al cliente no le guste lo que haces y rechace tu proyecto, eso no está mal, y no es motivo de una mala calificación. Distinto hubiera sido que el cliente te diga que no le gusta y lo use de todos modos, ahí estarías en todo tu derecho de cobrarle o calificar negativo, pero eso no sucedió (o al menos no se ha comprobado hasta ahora), el tipo rechazó tu propuesta y eligió otra.
A su vez, estuvo muy mal de parte del cliente el haberse "ido de vacaciones" en medio de una negociación, dejó a la espera al diseñador, sin embargo parece que ya se había superado el límite de entrega, lo que podría ser una situación que anula a la otra.
En mi opinión ninguno de los dos merece la negativa, ni el cliente ni el diseñador. A menos que se compruebe que el cliente está haciendo uso del diseño.
Saludos