Por supuesto que no. Dios no existe, nunca ha habido absolutamente ninguna prueba de su existencia, y por el contrario, sí hay miles de pruebas que apuntan a que no es más que un mito.
Mi teoría es que la creencia en Dios se basa en tres pilares:
- Ignorancia: Las religiones nacieron para tratar de encontrar explicación a los fenómenos que los antiguos no lograban entender (ej: ¿por qué llueve? Por un dios que manda la lluvia). Pero hoy en día la ciencia ha evolucionado tanto que se ha encontrado la explicación detrás de un inmenso número de fenómenos que antes se consideraban de origen divino, y los que faltan son solo cuestión de tiempo. La mayor parte de los creyentes son personas que desconocen estas explicaciones. No es una casualidad que las personas con una fe más fuerte usualmente tienen un pobre conocimiento de las diversas ciencias; y por el contrario, aquéllos que poseen un nivel de conocimientos científicos elevados por lo común son ateos.
- Miedo a la muerte: El ser religioso no necesariamente significa ser ignorante. Hay personas que conocen la teoría del Big Bang, la evolución, la tectónica de placas, etc., pero siguen creyendo porque subconscientemente tienen la necesidad de creer en un más allá, de creer que cuando mueran seguirán "viviendo" en algún otro lugar, o de que cuando muera un ser querido seguirá estando junto a ellos o lo volverán a ver algún día. La idea de que cuando mueran su existencia se termina para siempre, o de que si pierden a un ser querido no lo volverán a ver jamás sin importar lo que hagan, es tan dura que no pueden soportarla y eso los impulsa inconscientemente a seguir creyendo aunque se les presenten toda clase de pruebas que indiquen lo contrario. Simplemente no están psicológicamente preparados para asumir una realidad como esa.
- Necesidad de sentirse protegido: Como en el caso anterior, es otra necesidad psicológica, la necesidad de creer que hay "alguien" protegiéndolos en todo momento, alguien a quien recurrir en los momentos de mayor aflicción. De nuevo, la idea de que si estás solo físicamente es porque realmente estás solo, que no hay nadie que vaya a ayudarte por más que reces, te encomiendes o lo que sea, es demasiado difícil de asumir y es otro de los motivos que los fuerza a mantener su fe.
Entonces, en resumen, mi conclusión es que si crees en Dios es porque, o no conoces lo suficiente sobre ciencia y no te has dado cuenta de que tus ideas "divinas" ya fueron rebatidas, o lo sabes pero no estás preparado para asumir la realidad.
Sobre esto, la idea general que he notado de muchos religiosos (y que me lo han dicho en mi cara) es que los ateos tenemos una vida "fría y sin esperanza por no creer en nada". La verdad es que es completamente lo contrario.
Yo fui católico hasta hace unos pocos años, pero entonces estuve pasando por un momento muy difícil en mi vida en el que incluso llegué a pensar en varias ocasiones en morir. Recuerdo que fui muchas veces a la iglesia a rezar, rogando no para que Dios solucionara mis problemas, sino tan solo para sentir su presencia aunque fuese levemente. Con solo saber que él estaba ahí sería suficiente para obtener la fuerza que necesitaba para seguir adelante. Pero nunca pasó nada. Por más que recé, por más que traté de creer, nunca sentí que hubiera alguien escuchándome, lo único que sentía es que era un chico llorando en un edificio vacío y frío sin nadie cerca.
Fue hasta el momento en que asumí que nadie iba a solucionar mágicamente mis problemas, sino que tenía que hacerlo yo mismo, y de que la fuerza para hacerlo debería encontrarla en mí, cuando las cosas verdaderamente comenzaron a mejorar. Fue como si al fin me hubiese quitado esa venda de los ojos que había cargado durante años y que sabía que estaba ahí pero me negaba a remover por miedo, y conocí el mundo como realmente es.
Ahora sé que la vida es muy corta, y me he propuesto disfrutarla al máximo puesto que no habrá una segunda oportunidad, y que si no aprovecho a mis seres queridos mientras aún están conmigo, no volveré a verlos si los llego a perder. Sinceramente nunca me había sentido más decidido y pleno, y nunca habría llegado a esa conclusión si siguiera perdiendo mi tiempo en creencias que no me conducen a nada, y que en el fondo siempre supe que eran falsas pero me negaba a asumirlo. Volverse ateo no siempre es un paso sencillo, pero supongo que algún día tenía que darlo. Es como cuando eres niño y te dicen que Santa Claus no existe. Es duro perder la ilusión, pero tarde o temprano tienes que madurar y asumir las cosas como son; a menos que quieras seguir viviendo en tu mundo de fantasía, que es aceptable, pero falso al fin.
De antemano me disculpo si alguien se siente ofendido por lo que he dicho. Es mi forma de pensar y quise expresarla tal cual. Saludos.